#LaGeorGira de Georgina llena de magia la Sala Mirador de Madrid

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El año va llegando a su fin y las últimas semanas de diciembre llegan cargadas de conciertos para despedir 2017 a lo grande. El 21 de diciembre, tras recorrer diversos puntos de España con #LaGeorgira, Georgina celebraba la Navidad anticipada en la Sala Mirador de Madrid y lo hacía con el cartel de entradas agotadas.

En esta ocasión, disfrutamos del ambiente previo al concierto durante la prueba de sonido, de lo que se cuece en el backstage y cómo no, del show al completo. Complicidad y naturalidad es lo que resume a la perfección lo que transmite Georgina desde que pisa el escenario con su banda y juntos, rodeados de amigos, regalaron una noche única a la capital.

Eran las 20:45h cuando comenzaba el esperado concierto, con Quequé como gran maestro de ceremonias. Era el encargado de dar la bienvenida a los asistentes, presentando el nacimiento de una nueva Georgina que vuelve más que nunca a sus raíces.

Poco después, la protagonista, vestida de rojo, aparecía descalza, guitarra en mano, dando el pistoletazo de salida al encuentro con el más que famoso ‘El Tamborilero‘ celebrando el amor y la época del año en la que estamos.

Con el público completamente embelesado desde el primer minuto, celebraba sus 18 años en la música a golpe de grandes conocidas como ‘Menamoré‘ o ‘Con Solo Una Mirada‘, aconsejando también que vivamos más el ahora a través de ‘Somos‘.

Era una cita donde habría invitados y el primero de ellos, llegaba más pronto que tarde. Patxi Urchegui, a quien conoció grabando su segundo disco, aparecía con su trompeta y junto a la cantante, nos hacían sentir un ‘Vértigo‘ muy íntimo y especial empezando a contagiar los primeros instantes mágicos en la sala.

“Hay un solo lugar donde se puede hacer realidad ese amor imposible y es en los sueños,” esa era pla presentación de ese ‘Suéñame‘ con el que dejaba la guitarra de lado, de nuevo acompañada por la banda al completo.

En una noche tan especial, Georgina también quiso presentar alguna que otra canción nueva. La primera, la compuso hace un año, una dedicada a una de las personas más importantes de su vida, su padre. Llegó en el momento previo a una operación de corazón que le iban a realizar y es como si él se la estuviera dedicando a su hija. Era entonces cuando desprendía su luz más positiva y optimista con ‘Cero‘ que terminó con los coros del público.

Al ser un concierto tan único, pudimos disfrutar de varias de sus canciones llevadas a otro estilo musical como fue el caso de ‘Mi Propio Funeral‘ que fue de menos a más, cobrando intensidad según pasaban los segundos. Ésta, servía de preámbulo para la bienvenida del segundo invitado, Mr. Kilombo.

Acompañándola con la guitarra, interpretaban unidos ‘Se Te Olvidó‘ demostrando la buena amistad que comparten y acto seguido, Georgina nos regalaba la segunda canción nueva, ese ‘Bésame‘ que algunos ya han catalogado como “la versión 2.0 de ‘Menamoré’.”

Con el final cada vez más cerca, ‘Rara‘ levantaba los cánticos de los asistentes y la venezolana, hacía un alto en el camino para explicar que había elegido ese 21 de diciembre porque era una fecha muy especial. Era el día de ‘El Espíritu de la Navidad’.

En ese preciso instante, ofreció a los asistentes la oportunidad de pedir un deseo, uno real que fue representado por las luces de sus móviles y así, llegaba un ‘Soñador‘ lleno de ilusiones con el que se despedía.

El público quería más porque el tiempo había volado sin darnos cuenta. Ante eso, la artista no se demoraba en regresar. Georgina volvía y lo hacía a solas, a un palmo de quienes no habían querido perderse la cita. Mirando sus caras, dejaba el micro de lado y ofrecía un momento único para el recuerdo donde la magia sobrevoló la sala. Así, a capella, interpretó ‘Hola‘ y poco después, con su guitarra, ‘Canciones Perdidas‘ tras las que se llevaba los fuertes aplausos del recinto.

De nuevo respaldada por su banda, contaba que el concierto de esa noche había surgido de un mes para otro porque quería hacer un concierto en un sitio diferente, algo pequeño, íntimo. Y lo consiguió, con una respuesta inmejorable, agotando las entradas en un abrir y cerrar de ojos.

En la recta final hacía que volviéramos a ver a Patxi en el escenario en una versión muy swing de ‘Tarde Muy Tarde‘ que sirvió de preparación para su potente ‘Supermujer‘, contando con una despedida a lo grande junto a Quequé sorprendiendo al público con su propia versión de ‘La Vereda de la Puerta de Atrás‘ de Extremoduro.

Fueron casi dos horas de pura magia. Georgina es la representación perfecta de una mirada llena de ilusión y una sonrisa imborrable. Es carisma, cercanía, humildad y pasión. La del 21 de diciembre fue una de las noches más especiales del año, una que no se volverá a repetir.

Fue un concierto que solo unos cuantos rápidos afortunados pudieron disfrutar. Hemos empezado a despedir el año con Georgina y ella, a su vez, da un paso más hacia una nueva era. Una nueva etapa donde la venezolana será más ella que nunca, volviendo a sus raíces, sorprendiendo y haciendo lo que siempre ha querido hacer y de la forma que ha querido.

2018 nos traerá nuevas sorpresas y nueva música con la que seguirá conquistando al público como ha hecho desde que comenzase su carrera. Esa noche, más que nunca, puso a Madrid a sus pies.

Si quieres disfrutar del reportaje gráfico al completo y en HD, no dejes de visitar nuestro Flickr.

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