Leiva y sus monstruos conquistan el WiZink Center
El fin de 2016 llegaba y no había mejor manera de despedirlo que junto a Leiva. La iniciativa #JuntémonosConLeiva finalmente se hacía realidad el 30 de diciembre y su exitoso Monstruos Tour llegaba al WiZink Center de Madrid con el cartel de entradas agotadas prometiendo una gran noche por delante para las más de 15.000 personas que no dejaron pasar dicha oportunidad. Iba a ser una noche para disfrutar de los temas de su tercer álbum en solitario, ‘Monstruos‘ dejando tiempo para repasar su carrera y grandes éxitos que le han acompañado en estos años.
El antiguo Palacio de los Deportes estaba abarrotado y el público estaba inquieto hasta que por fin, tan sólo cinco minutos más tarde de lo previsto, las luces se apagaban y el griterío estallaba mientras en el escenario aparecía Leiva con su imparable Leiband.
Con su inseparable guitarra eléctrica en mano, y al ritmo de canciones como ‘El Último Incendio‘, ‘La Lluvia en los Zapatos‘ o ‘Animales‘ empezábamos una de esas noches de ensueño para muchos, sobre todo para el cantante. El calor del ambiente no dejaba de aumentar, y pronto veíamos a un Leiva que se deshacía de su chaqueta para interpretar su potente ‘Guerra Mundial‘, tras el que se dirigía a sus fieles que estaban entregándose como nunca desde el primer segundo.
“Madrid ¡buenísimas noches! ¡Qué delirio!” decía con emoción mostrando una amplia sonrisa. “Probablemente éste sea el show más importante de nuestra vida,” admitía con ilusión, mirando las caras de los asistentes, agradecido ante el esfuerzo que hacía cada uno de ellos por pagar una entrada, esfuerzo del que son muy conscientes el artista y todo el equipo que trabaja en su espectáculo. Había sido una semana de mucha música en el Wizink Center por el que han pasado compañeros y amigos como Quique González, Iván Ferreiro o MClan, y Leiva advertía a los asistentes, “recogeremos el testigo y trataremos de ofreceros una noche más, nuestra mejor versión.”
Así, presentaba ‘Mi Mejor Versión‘ que era seguida muy de cerca por ‘Palomas‘, hasta hacernos viajar hasta una de las más coreadas, ‘Los Cantantes‘, con cánticos incesantes ante un artista que derrochaba energía por los cuatro costados. En una noche así, Leiva nos hablaba de esas canciones de las que cuesta deshacerse, sobre todo si forman parte de la banda sonora de una época maravillosa como fue Pereza. Por eso, con ‘Windsor‘ volvíamos atrás en el tiempo hasta ‘Aviones’ sirviendo ésta, de preámbulo para ‘Eme‘ que sin duda, nos regaló uno de los momentos de mayor intensidad de la noche.
Siendo una ocasión tan especial, Leiva quería retratarla para la posterioridad con un videoclip en directo. Para ello, había elegido una de esas canciones que no sabía que tendrían tanto significado, esa canción que le dio la puerta a escribir un disco entero, ese ‘Monstruos’ con el que está viviendo su mejor momento. Por eso, junto a su Leiband, se encargaron de que todo el público disfrutarse como nunca de ‘Breaking Bad‘.
Estábamos viviendo un no parar de canciones, de emociones desbordadas, de estallidos de energía y en el ecuador del show nos adentrábamos en los temores de Leiva con ‘Miedo‘, con el público dejando una estampa inigualable entregándose a capella, disfrutando además, de manera intercalada, de un trozo de ‘Superjunkies’ de aquel 2005, antes de pasar a una historia de ‘Ciencia Ficción‘.
‘Superhermanas‘ dejaba algún que otro suspiro en el recinto, y era en ‘Vértigo‘ cuando el cantante se quedaba frente a su público a solas, aunque era por poco tiempo ya que todos sus compañeros y familia, se unían a él, alrededor de su micro, en una piña, regalando un momento inolvidable, mostrando ese vínculo que va más allá hasta volver a dejar a Leiva a solas. Con el Wizink Center iluminándose con las luces de los móviles, sosteniendo su guitarra acústica, se dejaba la piel con ‘Vis a Vis‘, creando un torbellino de sensaciones.
Antes de cerrar el año, Leiva se sinceraba, contándonos cómo ha vivido los meses más memorables de su vida, creando un disco, con alguien a quien admira y con quien ha aprendido mucho de música, pero sobre todo, de la vida. Por eso, aprovechando que Joaquín Sabina estaba entre el público, le dedicaba también su noche antes de dar paso a ‘Monstruos‘ y a un puro estallido de energía con ‘Electricidad‘.
El público parecía no tener ganas de terminar la noche, y por eso, la entrega aumentó el doble acercándonos a la parte final del show. En una noche así, no faltaron ‘Como Lo Tienes Tú‘ o un medley compuesto por ‘Medicina‘ y esa inconfundible e inolvidable ‘Estrella Polar‘, dedicada a su amigo, y al que fue compañero de batallas en Pereza, Rubén Pozo.
La pregunta “¿queréis más?” que formuló, recibía un grito afirmativo que resonaba en la capital y así, la fiesta seguía al ritmo de ‘Terriblemente Cruel‘ y ‘Mirada Perdida‘ con el público bailando en todo momento, sintiendo cada instante.
En la recta final de la noche, Leiva mostraba su lado más emotivo, abriéndose a los asistentes de la forma más sincera posible. Habló del éxito, esa palabra con significado de lo más variados para cada persona. “Para mí, el éxito tiene una explicación y un significado, absolutamente claro. Es cuando a las nueve de la mañana, cada fin de semana, suena un pitido en la furgoneta, bajo y me subo con mis amigos a recorrer el mundo y hacer música.” Así de simple y de pura es su visión de algo que puede dar miedo pero que hace que mantenga la humildad del primer día intacta. Poco después presentaba a su Leiband y desaparecía entre aplausos.
El público, aún con ganas de más, pedía otra, y ante eso, Leiva no se hacía de rogar. De nuevo, en el escenario nos deleitaba con el primer single que conocimos de su nuevo disco, ese ‘Sincericidio‘ con el que se inmolaba, con el que se desnudaba completamente, una de sus canciones más sinceras en forma de declaración contundente que servía de preámbulo para la gran despedida.
Las palabras sobraban al mirar su cara. Leiva prefería guardarse las emociones vividas, asimilarlas y no ponerse moñas ante las miles de personas que hicieron sold out en su #JuntémonosConLeiva pero había algo que sí compartía, “quiero que sepáis que nos habéis regalado probablemente, una de las noches más bonitas de nuestra vida.”
Ante eso, en el recinto resonaban los aplausos antes de llegar el inevitable momento. El cantante, quería continuar la misión a la que se enfrenta año tras año. Quería que todos los asistentes dejasen sus teléfonos de lado, que vivieran el momento de la forma más pura, como hace 10 o 15 años, dejando la obsesión de grabar con una cámara las cosas que están pasando delante para poder verlas más tarde. Quería que todos disfrutasen a tiempo real y fue dicho y hecho. Con su ‘Lady Madrid‘, veíamos un WiZink Center sin apenas teléfonos mientras cerraba la noche. Era su canción de despedida con la que ponía el broche de oro a la noche, consiguiendo su propósito, dejándose el resto con un Leiva descamisado, con la bandera de su Atleti y con una cara de felicidad absoluta tras cumplir un sueño.
La del 30 de diciembre, fue su noche. Aquella noche con la que siempre soñó y que nunca olvidará. Un sueño hecho realidad donde congregó a más de 15.000 personas. Les hizo cantar, bailar, disfrutar, saltar, rasgarse el corazón con sus letras pero ante todo, les hizo vivir una de esas noches difíciles de olvidar, llenas de adrenalina, energía, intensidad y mucha ilusión. Sentimiento que inundó la capital toda la noche.
Leiva está viviendo su mejor momento, está recogiendo los frutos de muchos años de trabajo, manteniendo la humildad que le caracteriza, y aunque para algunos, su definición del éxito pueda parecer simple, para una gran mayoría, es el ejemplo de un artista sin pretensiones, de los que disfrutan con todo lo que hacen, de los que viven el día a día, disfrutando cada concierto y de cada segundo que está encima de un escenario.
El cantante sigue manteniendo la misma ilusión del primer día, esa forma de querer superarse, cumpliendo sueños, poco a poco, dando pasos firmes y dejando su huella. De adolescente, soñaba con tocar algún día en la Sala El Sol de Madrid, y ahora, toca en el antiguo Palacio de los Deportes para más de 15.000 personas. El primero de muchos porque ésto es tan sólo el comienzo de todo lo que está por llegar. Leiva y sus monstruos inundaron la capital y juntos, conquistaron el WiZink Center mientras vivíamos una noche monstruosamente inolvidable.
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