LANY, la mejor banda sonora para los corazones rotos de Madrid

Más de cuatro años han pasado desde la última visita de LANY a Madrid. El 10 de noviembre, tras una larga espera, se celebraba el ansiado reencuentro en La Sala del WiZink Center. Ambas fechas en España, habían colgado el cartel de entradas agotadas con meses de antelación. Todo hacía prever que sería una noche muy especial. El dúo aterrizaba en la capital para presentar su recién estrenado ‘a beautiful blur’ aunque tampoco faltarían viejas conocidas.

Apenas unos minutos pasaban de las 20:30 horas, cuando la formación aparecía en un recinto abarrotado. Entre aplausos y gritos, los estadounidenses arrancaban la noche con ‘Thick and Thin‘, ‘Super Far‘ y ‘Out of my League‘ con un Paul que no paraba quieto usando una plataforma para que se le viera bien desde todas partes. Desde el primer instante, el público dejó claro que iba a cantar cada canción al 100% creando una unión mágica de principio a fin.

Klein cogía la guitarra para el especial ‘you!‘ antes de aquel ‘ILYSB‘ con el que se dieron a conocer mundialmente y que nos hacía viajar en el tiempo. “Este es mi show favorito del tour,” decía el cantante ante la entrega del público que estaba siendo inmejorable. Con ‘It Even Rains in LA‘ y ‘I Pray‘ los sentimientos seguían fluyendo por Madrid mientras nos adentrábamos en su nuevo trabajo. No importaba lo nuevas que fueran las canciones porque se cantaban con la misma intensidad que las más conocidas.

Quienes estuvimos en su primera visita en 2019, hubo un momento que se convirtió en algo inolvidable. James, un niño en aquel entonces, estaba viviendo el concierto en hombros de su padre e incluso, compartía canción con ellos. Años después, tanto James como su padre, estaban en primera fila y Paul contaba cómo se acordaba de él y de aquel momento tan mágico que se creó años atrás. A ellos, les daba las gracias por volver cuatro años después y a quienes llenaban La Sala les mostraba su cariño porque “para nosotros significa mucho que nos hayáis elegido un viernes por la noche“.

“¡Volveremos a Madrid el resto de nuestras vidas!” gritaba a los cuatro vientos Paul volviendo al piano con ‘Alonica‘. El artista reconocía que tenían muchas canciones nuevas “pero parece que os sabéis todas,” decía entre sorprendido e ilusionado. Cabe recordar que era el 29 de septiembre cuando veía la luz ese ‘a beautiful blur‘ pero eso no impediría que todas sus canciones fueran coreadas con mucha fuerza. Así era con ‘Sugar & Cinnamon‘ o ‘Love at First Fight‘ durante la que incluso cogía el teléfono de un afortunado para inmortalizar lo que estaba sucediendo.

“Esto está siendo demasiado bonito para ser verdad,” reconocía el cantante. “¿Alguien os ha roto el puto corazón?” preguntaba antes de recibir los gritos afirmativos del público. Con un “you broke my fucking heart” en pantalla, sonaba el potente ‘Congrats‘ que iba de menos a más hasta dejarse las gargantas. A lo largo de la noche, Paul no dejaba de moverse intercambiando guitarra y piano mostrando su talento. Al piano se sentaba durante ‘I Don’t Wanna Love You Anymore‘ y sombrero de cowboy incluido, junto al pie de micro, interpretaba ‘cowboy in LA‘. Muy de cerca, les seguían ‘when you’re drunk‘ o ‘Heartbreak Can Wait‘ que se mezclaba con ‘(Saturday Night) 3.22 A.M.‘.

“Madrid, eres muy especial, gracias por ser así con nosotros,” decía Klein entre aplausos. La conexión de esa noche entre LANY y Madrid estaba siendo única. Una noche donde no faltaban ‘13‘ o ‘Home Is Where the Hurt Is‘. Con su especial ‘Thru These Tears‘ los cánticos se elevaban con Paul al piano creándose un dúo mágico con el público antes de ‘‘Cause You Have To‘ con la que desaparecían.

Su ausencia apenas duraba porque regresaban al instante para dejarse el resto. Para cerrar una noche tan especial, no podía faltar su íntimo y rompedor ‘Malibu Nights‘ antes de ver cómo terminaban por todo lo alto. El cantante bajaba del escenario con ‘XXL‘ sintiendo el calor del público y poniendo el broche de oro a una noche llena de emociones. “Volveremos a España el resto de nuestras vidas. Amamos España y os vemos el año que viene y al otro y al otro,” decía Paul ante un público que le regalaba una fuerte ovación.

Aquella noche, La Sala del WiZink Center se quedó pequeña para LANY. Madrid quedó prendada ante el directo de los estadounidenses que regalaron la mejor banda sonora posible para los corazones rotos. Fue una noche llena de sentimientos compartidos en un reencuento muy esperado y que esperamos que se vuelva a repetir sin pasar tantos años.

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