Sum 41 y Simple Plan: la nostalgia de los 2000 invade el WiZink Center de Madrid

The Does This Look All Killer No Filler Tour de Sum 41 llegaba a Madrid el 27 de septiembre nada más y nada menos que con Simple Plan como banda invitada. Muchos eran los que querían disfrutar de ambas bandas y a las 20 horas, el WiZink Center lucía lleno hasta la bandera.

Unas 10.000 personas no quisieron perderse una cita tan importante en la que volveríamos de lleno hasta los 2000. Simple Plan, muy puntuales, traían una ráfaga de éxitos para hacernos disfrutar de lo lindo. Pierre, Chuck, Jeff y Seb arrancaban su directo con ‘I’d Do Anything‘ y ‘Shut Up!‘ con sonido contundente y un público entregado. Con energía arrolladora y luces cegadoras, los canadienses desbordaban buen rollo. “¡Sois jodidamente increíbles!” decía el vocalista mostrando su agradecimiento al público por formar parte de esa fiesta.

Acto seguido, entre una marea de brazos en alto, las miles de personas saltaban con ‘Jump‘. “Sois uno de los mejores públicos que hemos tenido esta gira y os hemos echado de menos,” contaba Pierre antes de seguir con ‘Jet Lag‘, ‘Your Love Is A Lie‘ y ‘Addicted‘.

Uno de los momentos álgidos de la noche se vivía con el inconfundible ‘Welcome to my Life‘ que se coreaba a una en el WiZink Center. Aprovechando la ocasión, Simple Plan también cantaba una de las nuevas canciones de su último lanzamiento, un ‘Iconic‘ que servía de preámbulo para irnos a la playa con ‘Summer Paradise‘.

Pierre, carismático hasta decir basta, tenía al público en el bolsillo mientras ponía toda su intención en hablar en español. La banda, incansable, no dejaba pasar la oportunidad de versionar éxitos como ‘All Star‘, ‘Sk8er Boi‘ o ‘Mr. Brightside‘ antes de arrancar su despedida.

Con ganas de volver más seguido a España, Simple Plan continuaba poniendo música a la noche madrileña con ‘Where I Belong‘ y un ‘I’m Just a Kid‘ con el que Chuck se tiraba al público. Fue con un “Madrid, te puto quiero,” con lo que cerraban su actuación junto a un ‘Perfect‘ que de un formato acústico terminó por todo lo alto con el público dejándose la garganta.

A las 21:30 horas, llegaban los esperados Sum 41. El telón caía dejándose ver un demonio de fondo y mientras la locura se establecía en el recinto, entre ráfagas de fuego, ‘Motivation‘, ‘The Hell Song‘, ‘Over My Head (Better Off Dead)‘ o ‘We’re All To Blame‘ daban el pistoletazo a su actuación.

“Quiero asegurarme de que todos cuidáis unos de otros esta noche,” pedía Deryck a las miles de personas que se daban cita. “Ha pasado muchísimo tiempo desde la última vez pero ahora estamos aquí celebrando un aniversario. Nuestro primer disco cumple 21.”

Aquella noche, era el momento de celebrar los aniversarios de ‘All Killer No Filler‘ (2001) y ‘Does This Look Infected?‘ (2002). El público estaba dispuesto a dar todo de sí mismos con los éxitos de los canadienses. ‘Summer‘ y ‘Screaming Bloody Murder‘ tomaban el relevo y mantenían la imponente energía del grupo antes de ‘War‘. Con éste, compartían el mensaje de mantenerse positivos a pesar de los últimos años difíciles que hemos vivido.

Porque “nada es para siempre” como decía Deryck y ahora, estamos todos de nuevo celebrando por todo lo alto la música. En la pista empezaba a verse algún que otro pogo que crecería según la noche avanzaba. Celebrando el aniversario de su segundo trabajo, cantaban ‘My Direction‘, ‘No Brains‘ o ‘All Messed Up‘ sin dejar tiempo al público para respirar.

En ese ritmo frenético, hacían saltar al público con ‘Underclass Hero‘ antes de ver cómo iluminaban el recinto con sus móviles con un ‘Walking Disaster‘ que iba de menos a más hasta la locura. Pocos fueron los que aquella noche aguantaron el concierto en su asiento. Desde el inicio, quienes estaban en gradas no pudieron resistirse a la intensidad tanto de Simple Plan como de Sum 41.

“Hay mucha más gente aquí que la última vez que vinimos,” decía el vocalista admirando la marea de gente que tenía ante él. “Quiero que gritéis vuestro nombre para que nos conozcamos mejor.” Dicho y hecho, las miles de personas gritaban su nombre al unísono creando una estampa única. Todo, antes de bajar el ritmo, a su manera, con ‘With Me‘ donde Whibley al mando de la guitarra acústica hasta ver cómo el WiZink terminaba a capella.

“No sabéis lo increíble que es estar en el escenario viendo cómo cantáis nuestras canciones con tanta fuerza,” admitía el líder de Sum 41 con ilusión. Clásicos como ‘In Too Deep‘, ‘Makes No Difference‘ o ‘Pieces‘ nos hacían viajar hasta el old school ante lo que ellos consideraban ya una familia. Como no podía ser de otra forma, tras una impecable versión de ‘We Will Rock You‘, arrancaba la parte final.

Lo hacían con ‘Still Waiting‘ y ‘Hooch‘ desbordando potencia antes de ‘No Reason‘ y ‘Mr. Amsterdam‘. ‘Fat Lip‘ era la encargada de poner el broche de oro a una noche única e inigualable, o eso parecía. Por sorpresa, cuando nadie lo esperaba, en el escenario reaparecía Deryck para regalar a Madrid un ‘Best of Me‘ en acústico siendo la mejor despedida que el público podía esperar aquella noche.

Lo que vivimos el 27 de septiembre en el WiZink Center de Madrid con Sum 41 y Simple Plan fue un auténtico golpe de nostalgia. Canciones que han sido la banda sonora de millones de personas, durante aquella noche sonaron con más fuerza que nunca. Ambas bandas demostraron que siguen con la misma energía que hace 20 años. Da igual que el tiempo pase, es como si los años no pasaran por ellos porque siguen con las mismas ganas de prenderle fuego al escenario como cuando empezaron.

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