Rayden se despide de Madrid con un noche de ensueño

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Rayden - MyiPop

Fotografía de archivo: Tamy Mauri (@ladelasupercam)

Rayden está inmerso en una gira muy especial, una donde firma su despedida de los escenarios y que tenía una importante parada en Madrid. El 2 de diciembre, regresaba al WiZink Center en su formato Ring Plus con el cartel de entradas agotadas. A las 21 horas, el recinto apagaba sus luces y una cuenta atrás de cinco minutos se reflejaba en pantalla. No quedaba nada para afrontar una noche muy especial e irrepetible y los nervios estaban a flor de piel.

Era una noche para vivir cada instante como si fuera el último. Rayden y su banda aparecían dando el pistoletazo de salida con ‘Patria de los ausentes‘, ‘No hago rap‘ y ‘Pólvora mojada‘. El cantante daba la bienvenida al público agradecido por la lealtad y el cariño y sobre todo, por ser parte de una noche invencible e inolvidable. “Gracias por llenar otra vez este sitio,” decía de corazón a cada persona que habían viajado desde diferentes puntos.

Prometo que cuando termine el concierto, todos vamos a sentir lo mismo. Gracias por ser compañeros de vida.” Tras esas palabras, la dupla RaydenMediyama que funciona como un tiro, hacían que los cánticos del público se elevasen con ‘Ayer a estas horas‘ o ‘Alma 22‘ enlazando canción tras canción. Imparables, incansables y desbordando energía, Madrid y Rayden unían sus voces en una compartiendo el mismo sentimiento.

En una noche así, recuperaba ‘A tres pasos y medio‘ que se daba la mano con ‘A Mi Yo de Ayer‘ o ‘Habla bajito‘ mientras el ritmo de la noche no dejaba de aumentar. “Hay momentos que son irrepetibles y esta noche, habrá varios,” adelantaba. Esa noche, llegaba al WiZink muy bien acompañado de varios amigos. Deshaciéndose en elogios hacia el público, no dudaba en dar la bienvenida a Travis Birds y Victor Cabezuelo junto a quienes interpretaba ‘Llanto‘.

Rayden - concierto
Fotografía de archivo: Tamy Mauri (@ladelasupercam)

Tras la primera sorpresa, había una canción que no podía faltar porque su hijo quería que la cantase. Así, entre llamaradas llegaba ‘Calle de la Llorería‘. “Ojalá podáis sentir lo que estamos viviendo,” decía Rayden lleno de ilusión a Madrid. El artista, a pesar de estar en un recinto de las dimensiones del WiZink, admitía que siempre intenta mantener esa esenecia que se crea en las salas, quedándose con esas pequeñas cosas que se viven y algo que hace que se tenga una conexión más especial. Aquella noche, la conexión estaba siendo de otro mundo.

Gracias por lo que nos hacéis sentir porque juntos somos un solo ser.” Con esas palabras recibíamos a Andrés Suárez junto a quien regalaba un momento único. Poco después, emprendíamos un viaje hasta ‘Finisterre‘ y con un ‘Don Creíque‘ que siempre muta en directo, caía alguna que otra pulla hacia Pablo Motos. Aprovechando la ocasión y ya hasta que termine esta gira, caía un fuerte ‘Meteorito‘ reventando Madrid creando una estampa única con el público agachado y saltando al unísono entre una lluvia de confetti.

Después de ‘Una fiesta en tu nombre‘, Tanxugueiras, sin Olaia, aparecían para regalarnos el potente ‘Averno‘ antes de vivir uno de los momentos más mágicos. Alice Wonder y Rayden unían sus voces en ‘El mejor de tus errores‘ enamorando a una capital que tenía las emociones a flor de piel. Aún asimilando lo vivido, los asistentes gritaban con fuerza el nombre del artista que estaba visiblemente emocionado.

A la vida hay que tenerle respeto pero jamás de los jamases hay que tenerle miedo,” decía antes de ‘No tengas miedo‘. Siempre usando sus palabras como altavoz de lo que vivimos, reconocía que “son tiempos difíciles, son tiempos raros donde al día siguiente parece que no pasa nada” antes del contundente ‘Caza de Pañuelos‘ con el que reivindica la importancia de “¿qué parte de no es la que nunca entiendes?

En una noche así, recordaba cómo años atrás, el día que iba a cantar con SuperSubmarina estaba siendo padre. Ahora, quien acaba de ser padre es Dani Fernández y por eso, esa noche no podía estar allí. Con el público como dúo perfecto, llegábamos a ‘El lenguaje de los coleteros‘ seguido por ‘Solo los amantes sobreviven‘ con la que aparecía Fredi Leis. En ese vaivén de sorpresas y momentos únicos, Rayden pedía un fuerte aplauso a su banda y a un equipo que es familia. Celebrando esa unión afrontábamos ‘Ubuntu‘ con la que se creaba una hermandad entre el público antes de recibir la última sorpresa.

Fotografía de archivo: Tamy Mauri (@ladelasupercam)

A la cita no faltaban Vaho Madrid disfrutaba de ‘Estatuas de Sal‘ mientras poco a poco, nos acercábamos a los últimos compases con ‘En el cielo de la boca‘. “Hay una lección que me explotó en la cara,” contaba el madrileño. “Cuando amas algo en cualquier forma, si hay amor de verdad, hay algo que se queda, una caja negra genuinamente imperdible“. Tras ‘Imperdible‘, Rayden alzaba la voz denunciando lo que está ocurriendo en Palestina y compartía un “hay que vivir intentando ser la mejor versión de uno mismo.

Haciéndonos los muertos‘ o ‘Animales de sombra‘ tomaban el relevo con la música de Rayden siendo la banda sonora perfecta. Aprovechando ésta última, pedía perdón por si alguna vez, desde su posición, había animado a alguien a que pidiera ayuda si estaba pasando un mal momento. “Ojalá el día de mañana haya una salud mental pública.” La salud mental se ha convertido en un tema de máxima actualidad pero cuando se trata de invertir en ella, parece que nunca se le da la importancia que merece. Si alguien, esa noche estaba allí coreando sus canciones pero, por dentro, estaba viviendo un infierno con sus demonios, el artista compartía que no estaban solos y mostraba su agradecimiento por desconectar con una sonrisa, cantando sus canciones entre tantas gente que ni conocían  haciendo semejante esfuerzo.

Siempre con el corazón en la boca, el artista continuaba haciendo las delicias de los presentes con ‘Sastre de sonrisas‘ o un ‘Haz de luz‘ con el que Rayden compartía su esperanza de volver a verse las caras con Madrid. La capital se iluminaba con las miles de linternas que se elevaban al cielo del WiZink creando una imagen para el recuerdo. En una noche así, Rayden servía de altavoz para una pedida de mano que teminó con respuesta afirmativa antes de la recta final.

A la fiesta se unían ‘La mujer cactus y el hombre globo‘ llenando el recinto de globos antes de pedirle al público que sacasen todo de dentro y conectasen con alguna emoción en ‘Multiverso‘. “Siempre me gusta pensar que hay un final feliz y quiero que asociéis despedida con una sonrisa.” Tras esas palabras, el público se dejaba el resto con la canción final. ‘Matemática de la carne‘ era la última en sonar y con ella, aparecían carteles de “siempre nuestro sempiterno” entre el público, emocionando al cantante que con un “hasta siempre“, firmaba el punto y final a una noche inigualable.

Rayden hizo vivir a Madrid una noche de despedida de ensueño poniendo música a sus emociones durante más de dos horas y media. Sin tapujos, sin frenos y con la verdad por delante, el cantante puso el WiZink Center patas arriba. Rayden hizo que miles de personas vivieran todo tipo de estados de ánimo a través de su música. Siempre, usando su voz como altavoz de mensajes y sucesos que nos persiguen en el día a día. Rayden siempre sempiterno. Aquella noche, disfrutó de cada segundo de lo que hacía en el escenario. Como un niño, se dejó llevar en todo momento respaldado por un público que se despedía con una ovación interminable mostrando todo el cariño que se ha ganado después de más de 20 años de carrera.

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