María Parrado nos abre las puertas de su mundo

María Parrado no para con su gira Mi Mundo. Sin duda, es el espectáculo más completo de la joven hasta ahora ya mezcla de la mejor manera la música, la actuación y el humor. El 20 de junio en el Teatro Amaya de Madrid la cantante seguía con su viaje presentando ‘Abril‘.

Como si en su habitación estuviéramos, los relojes de los asistentes marcaban las 21h cuando María aparecía en el escenario, deshaciendo la cama que ocupaba el lateral dando comienzo a la noche con ‘Frío‘.

Era una noche donde la gaditana nos invitaba a entrar a su mundo, a traspasar la barrera de la realidad acompañada en casi todo momento por su conciencia convertida en dos músicos que pronto se pondrían al piano y la guitarra empezando a dar forma al show con ‘Debería‘ de Pablo López y ‘Quien‘ de Pablo Alborán.

“Mi mundo es como un sueño, un breve espacio dentro de un universo infinito,” contaba la cantante irradiando ilusión reconociendo que a pocas personas dejaba entrar en su mundo ya que es el único lugar en el que puede ser realmente ella cuando nadie la ve. Era así como daba paso a su versión de ‘Cuando Nadie Me Ve‘ de Alejandro Sanz durante la que carteles en los que se leía “Siempre contigo, María” inundaban el patio de butacas.

Con el público entregado, Parrado continuaba el espectáculo con versiones de temas como ‘Feliz‘ de Bustamante que venía seguido de su tema ‘Dame‘ durante el que la veíamos sentada en la cama.

“Recuerdo cómo soñaba con cantar,” reconocía echando la vista atrás. “Soñaba con ser el sonido que llena el tiempo de muchas vidas. Soñaba con ser el sonido de tu vida. Que nada te frene en tu camino,” advertía a sus seguidores transmitiendo su mensaje más positivo, animándoles a luchar, a sacar todas sus fuerzas para conseguir que su propio sueño se haga realidad.

Era entonces cuando a solas junto a su guitarrista interpretaba su propia versión de ‘No Te Pude Retener‘ de Vanesa Martín y conseguía que todo el público siguiera el ritmo de ‘Todo A Cambio de Nada‘ con palmas e incluso veíamos cómo bajaba del escenario para sentir el calor de todos los que llenaban el teatro.

En una noche así, disfrutando de la entrega de sus seguidores, no podía faltar ‘Abril‘ e incluso, se atrevía a hacer cantar a todos ‘Love Yourself‘ de Justin Bieber.

“Siempre doy las gracias a la vida por el don de la música,” admitía la joven cantante, “siempre quise cantar porque siempre tuve esa necesidad. La música fue el juego más maravilloso de todos los que encontré. Nunca dejé de ser una niña por cantar y siempre que canto vuelvo a ser la niña que fui,” decía una María muy emocionada a la que le costaba articular esas últimas palabras levantando los aplausos de todos los asistentes.

¿Qué mejor forma de volver a su no tan lejana niñez que con la banda sonora de películas que nos han dado grandes momentos mientras crecíamos? Así, sorprendía junto al piano con ‘Mañana‘ tema que interpretó para Annie, ‘Bella y Bestia Son‘ o la mítica ‘Colores en el Viento‘ de Pocahontas con las que creaba algo único y mágico en el ambiente.

La vida a veces nos hace regalos inesperados, tanto que de la noche a la mañana, María pasaba de ganar La Voz Kids a dar pasos agigantados viviendo un sueño y poniéndose sola ante su propio público en grandes escenarios.

Con el final del concierto a la vuelta de la esquina, María se quedaba sola, bueno, a solas no, rodeada por todo un público que la respalda como nadie, aquellos que van siempre a sus conciertos, los que esperan colas interminables, los que la arropan y llenan su corazón con aplausos, los que la esperan cada noche después del espectáculo, los que llenan los recintos de pancartas, todos aquellos que son el motor y el porqué de todo, los que le dan sentido a todo este gran sueño en el que vive la gaditana. En ese momento, tras sus palabras de agradecimiento, conseguía emocionar a más de uno de sus seguidores creando después un momento emotivo sentada al piano interpretando su canción ‘Me Quedo Aquí‘.

María no perdía la oportunidad de animar a todos a soñar y luchar por lo que quieren ya que si ella ha podido, todos podemos cumplir nuestros sueños y mientras su mensaje más positivo resonaba en el Teatro Amaya, la alarma del despertador del mundo de María sonaba devolviendo a la realidad a la cantante mientras animaba a todo su público con ‘Quien Cambia Soy Yo‘ con el que recorría todo el escenario.

Antes de despedirse definitivamente, María reconocía que llevaba mucho tiempo esperando reencontrarse con la capital y agradecía ante todo, que le hubieran hecho sentir en su mundo mientras ponía el broche de oro interpretando ‘Frío’ con todo el público en pie ocupando toda la parte delantera del recinto.

María Parrado es el claro ejemplo de evolución. De la niña que conocimos en La Voz Kids, a la mujer en la que se está convirtiendo con una voz que emociona al subir a un escenario viviendo su mayor sueño. María es una de esas pequeñas estrellas que van adquiriendo más y más luz según los días pasan, cogiendo fuerza y llenándose de una energía especial que un día deslumbrará a todos los que la han acompañado hasta ahora y a todos los que se irán uniendo en el largo camino que le queda por recorrer. María Parrado nos abrió las puertas de su mundo, algo que seguirá haciendo a lo largo de su gira.

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