Madrid sucumbe a la Dolce Vita de Amaral

Amaral ha vuelto a Madrid con un memorable sold out en el Movistar Arena. El 19 de julio se reencontraban con ese recinto en el que tantos momentos inolvidables atesoran ante un público que estaría a un gran nivel. Minutos después de las 20:30 horas, en lo alto de las escaleras, Eva aparecía con una capa mientras la banda tomaba posiciones en el escenario.

“Recordadme viviendo la Dolce Vita porque es algo que nadie nos podrá arrebatar,” rezaba la artista comenzando la noche con ‘Dolce Vita‘ y ‘Eso que te vuela la cabeza‘ entre confetti y dando la bienvenida a su público visiblemente emocionada.

Aquella noche, sería única y podríamos disfrutar de todas las canciones que forman su nuevo trabajo y cómo no, de todos esos grandes éxitos que les han acompañado a lo largo de su increíble trayectoria. Madrid vibró al ritmo de Amaral sin bajar el ritmo ni un momento. ‘Tal y como soy‘ se daba la mano con ‘Toda la noche en la calle‘ y ésta, con ‘Rompehielos‘.

La capital vivió un auténtico viaje, una montaña rusa de emociones con la voz de Eva colándose hasta los rincones más recónditos de nuestro cuerpo. ‘Mares igual que tú‘ se enlazaba con ‘Ruido‘ antes de ver a Juan tomar protagonismo. “Muchísimas gracias por estar ahí a la gente que nos vio tocar en garitos,” reconocía agradecidos a quienes están desde el principio. Así, recordaba su paso por Malasaña, la Sala El Sol, Galileo y tantas otras que han ido formando su carrera. Su agradecimiento se extendía también a quienes les fueron conociendo con el paso del tiempo.

“Venimos de Zaragoza, somos Eva y Juan y una banda maravillosa y el reto que tenemos esta noche es que, a pesar de que sea un sitio enorme, parezca que estamos tocando en una sala pequeñita donde nos podemos ver los ojos.” La grandeza en la intimidad es lo que consiguieron plasmar Amaral esa noche. En un Movistar Arena crearon un ambiente como ninguno donde hubo cabida para una intimidad muy especial. En plena pasarela, con su guitarra, Madrid se iluminaba mientras Juan, interpretaba un ‘Tardes‘ con el que viajaba en el tiempo recordando cómo la primera vez que la tocaron fue ante unas tres personas.

Poco después, de rojo, Eva volvía al escenario con ‘En el centro de un tornado‘ volando, elevándose ante su público antes de ‘Libre‘ y ‘Kamikaze‘ que mantenían el incesante ritmo. “Gracias por este recibimiento que me ha puesto el corazón a mil por hora y sin aliento de la emoción,” decía la vocalista. Llena de ilusión y emoción, era difícil encontrar las palabras para dirigirse a las miles de personas que tenía delante.

“Venimos a celebrar todos los años de amor que nos unen a vosotros y a presentarnos nuestro nuevo disco.” Un disco que habla de la belleza de vivir a pesar de los momentos amargos que se cuelan en nuestra vida. “Celebrad la dulzura y el amor esta noche,” decían a viva voz. Guitarra en mano, nos adentrábamos en ‘Moriría por vos‘ y su inconfundible ‘Días de verano‘ elevando los cánticos de la capital.

“Cada uno hace suyas las canciones y esa es la magia de la música,” contaban antes de invitar al público a interpretar como quisieran ‘Viernes Santo‘ que daría paso a un momento muy especial. En las pantallas, aparecía Victor Jara y su ‘Te Recuerdo Amanda’ con el que rendían homenaje al cantautor chileno agradecidos a su fundación por seguir promoviendo su labor.

Dicho momento se entrelazaba con ‘Podría haber sido yo‘ que nos dejaba con un importante mensaje por parte de Eva. Un mensaje contra quienes siguen matando gente indefensa como ocurre actualmente en Gaza. Tras ese momento mágico, las pulsaciones del recinto volvían a acelerarse con ‘Resurrección‘ y un ‘Cómo hablar‘ que se convertía en un dardo al corazón. Su primer amago de despedida llegaría con una canción que “habla de nuevos comienzos, de volver a empezar y de prestar atención a cosas que habían pasado ante tus ojos y que no habías mirado con atención.”

Así, darían paso a ‘Los demonios del fuego‘ mientras Eva, con su guitarra, se movía en una plataforma levemente elevada por la pasarela. Del Movistar Arena no se movía ni un alfiler porque todavía quedaba noche para rato. Eva y Juan tomaban la pasarela con un ‘Sin ti no soy nada‘ íntimo antes de seguir con la música con ‘La suerte‘ y ‘No lo entiendo‘.

Madrid y Amaral estaban en completa sintonía, unidos a una voz, dejándose la piel en cada canción. Su potente ‘Hacia lo salvaje‘ daba paso a ‘La unidad del dolor‘ y un ‘Revolución‘ catártico con el público entregado al máximo. Y sí, con ‘Hasta que la música se acabe‘, parecía que volvían a amagar con despedirse pero no sería así.

“Es tan emocionante lo que hemos vivido esta noche con vuestro cariño y energía que no lo olvidaremos nunca.” Esa noche quedará marcada para el recuerdo de los zaragozanos y de su público. ‘Pájaros‘ sería la encargada de prepararnos para otro momento difícil de olvidar. “La siguiente canción se la escribimos a una persona muy cercana que estaba sufriendo violencia machista.”

En aquel instante, el silencio inundaba el recinto. “No sabíamos muy bien cómo actuar y que dejase a este monstruo pero, a día de hoy, no está con él y es feliz,” contaba la cantante desatando los aplausos de las miles de personas. “Va para todas las que no tuvieron un final feliz y las que están a punto de dar esa zancada.” Con esas palabras, y respaldados por un vídeo protagonizado por Ester Navarrete, sonaba el especial ‘Salir corriendo‘ a dúo con la capital.

Las encargadas de firmar la despedida definitiva en una auténtica fiesta fueron ‘Marta, Sebas, Guille y los demás‘, ‘El universo sobre mí‘ y ‘Ahí Están‘. “Cómo nos habéis hecho disfrutar. Gracias por acompañarnos durante todo este tiempo en nuestras idas y venidas, no ha sido una cuestión de suerte, vosotros estábais ahí. Gracias por estar siempre ahí.”

Eva se arrodillaba ante Madrid tras vivir una noche para enmarcar. Fueron más de dos horas de intenso directo con una Eva imparable, llena de energía y que junto a Juan y su gran banda, hicieron temblar la capital. Los zaragozanos están más en forma que nunca atravesando su mejor momento y desbordando la misma emoción que en sus inicios. Todo, mientras siguen conquistando los diferentes escenarios de España con su ‘Dolce Vita‘.

Una Dolce Vita ante la que Madrid, sucumbió y cómo no hacerlo. Lo que se crea en un directo de Amaral es algo que se crea en pocos conciertos. Es el ambiente, la música, sus letras y su forma de entregarse. Una vez más, Amaral ha demostrado porqué son y siempre serán referente en la escena nacional.

Valientes como nadie, interpretando todas las canciones de su nuevo disco, supieron encontrar el equilibrio perfecto con sus clásicos de siempre. El público coreó toda canción a pleno pulmón en una noche que dejó sin aliento a las miles de personas que no quisieron perderse esa noche tan especial. Amaral es un canto a la vida, es sentimiento y sobre todo, es banda sonora en la vida de mucha gente.

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