Madrid cae rendida ante el mágico directo de Aurora

Fotografía: Tamy Mauri (@ladelasupercam)
Casi tres años han pasado desde la visita anterior de Aurora a Madrid. En septiembre de 2022 visitaba nuestro país por primera vez agotando entradas en sus dos conciertos. Este 7 de mayo firmaba su esperado regreso con una noche única en el Movistar Arena con su nuevo trabajo ‘What Happened To The Heart?’. La noruega pasaba de un recinto de 2.000 personas abarrotado hasta multiplicar por cinco el número de asistentes en esta ocasión.
Es innegable el gran crecimiento de sus seguidores a los cuales ha ido conquistando con su gran talento. A las 21 horas, el recinto madrileño apagaba sus luces y acompañada por su banda, Aurora aparecía entre la penumbra para reencontrarse con su público. ‘Churchyard‘ y ‘Soulless Creatures‘ serían las encargadas de romper el hielo antes de verla dar la bienvenida a las miles de personas que tenía delante. “¡Hola a cada alma preciosa que está aquí!” decía derrochando dulzura.

Aurora reconocía que había pasado mucho tiempo desde su última vez en Madrid. La artista aprovechaba para compartir que había vivido unos grandes días por nuestra ciudad y que, además, había tenido la suerte de conocer a alguno de sus seguidores. “Me dais mucha alegría y positividad ¡estoy enamorada vosotros!” gritaba a los cuatro vientos. En una noche así, Aurora admiraba la valentía de muchos que, aún siendo introvertidos como ella, no se habían querido perder el concierto y ella, reconocía lo duro que es hacer cosas así y por eso, no podía estar más agradecida.
En su siguiente canción, defendía que “está bien estar triste y llorar delante de otra gente“, sobre todo, esos chicos a los que nunca les han dicho que está bien ser vulnerable. Esa fue la inspiración dentrás del especial ‘The River‘. El concierto de Aurora en Madrid fue una auténtica montaña rusa de emociones. Tan pronto sumergía al público en su lado más íntimo y desgarrador como creaba una fiesta haciendo muestra de un talento inigualable.

‘A Soul With No King‘ subía el ritmo en una noche que se convirtió en un viaje hacia lo más profundo de nuestro ser a través de la voz y las canciones de Aurora. El rojo inundaba el recinto con ‘Heathens‘ que se daba la mano con ‘The Dark Dresses Lightly‘ antes de dedicarle ‘Queendom‘ a su público LGBTQ+. La noruega no dudaba en levantar la bandera del colectivo mientras el Movistar Arena coreaba la canción a pleno pulmón. Aurora es de esas artistas que su voz hace que entres en un estado de hipnosis absoluto.
Su dulzura y esa grandeza que desprende al cantar, hacen que no quieras parpadear. La sintonía entre Aurora y Madrid estaba siendo de otro mundo. La cantante y el público conectaron desde el primer instante e incluso, entre sus diferentes interacciones, se animó a cantar ‘Cumpleaños Feliz’ a un afortunado. Aurora estaba cerrando una gira que ha sido una locura. La cantante compartía que su último proyecto, “ha sido raro de escribir pero también bonito a pesar de estar envuelto en dolor y oscuridad.”

Fue un proceso de catarsis, una liberación de la ira a través de su música y la siguiente, era una hija del COVID. Es una de esas dedicada al amor, a ese que dura toda una vida y mucho más, a esas almas que incluso se reencontrarán después de separarse. Así, llegaba ‘Exist for Love‘ con la que pedía al público ser amables consigo mismos reforzando la importancia de la existecia de cada uno de nosotros.
“Es bonito cuando la vida te junta con alguien que te recuerda a tu niñez y a esa libertad,” contaba mientras hablaba de Thea y Amalie que la han acompañado en esta gira. Juntas, se inspiran unas a otras, alimentando sus almas y disfrutando de esa parte de la vida que seguimos teniendo dentro aunque pasen los años. La noruega recordaba que cuando empezó con 16, hablaba de temas de los que sigue hablando y esas canciones, se recibieron de forma diferente por su edad.

“A veces, la gente se olvida de lo que es ser humano,” admitía antes de frenar en seco el concierto a causa de un par de desmayos. Defendiendo la fidelidad al niño que llevamos dentro, pedía que nunca dejemos de ser quienes somos con ‘Through the Eyes of a Child‘ con una intimidad que se colaba hasta lo más profundo del alma ante un silencio sepulcral. La tranquilidad poco duraba porque ‘Runaway‘, ‘The Seed‘ y ‘The Blade‘ sonaban con fuerza antes de un ‘Starvation‘ que ponía patas arriba el recinto.
En la recta final, Aurora pondría a Madrid a cantar ‘Giving In to the Love‘ antes de regalarnos un momento mágico junto a Pomme en ‘Everything Matters‘. En una reivindicación de lo diferente, porque es lo bello de la vida, que seamos como queramos, ‘Cure for Me‘ desataba los bailes de la capital antes de la gran despedida. La noruega, desbordando dulzura, intentó en varias ocasiones hablar en nuestro idioma y pedía al público que lo diera todo en la última.
“A veces, la vida es muy dura y hago música para esos sentimientos de los que se habla poco,” contaba. Uno de ellos, es la tristeza más profunda como de la que habla en la que era su última canción. Junto al piano, sola, comenzaba su colosal ‘Invisible Wounds‘ hasta que, se unía el resto de la banda para llevar la canción hasta otra dimensión. Con una fuerte e imparable ovación, decía adiós a la capital. Natural y magnética a rabiar, Aurora conquistó a la capital a través de un concierto único e hipnótico.
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