Madrid cae rendida ante un seductor Michael Bublé

28 de septiembre. Ese era el día en que Michael Bublé regresaba a Madrid tras haber arrasado en la ciudad condal. El cantante que estuvo de parón un tiempo debido a la enfermedad de uno de sus hijos, ha vuelto a la música. En ésta ocasión, llegaba hasta un WiZink Center prácticamente sold out para regalarnos una noche inigualable.

Unos minutos pasaban de las 21:30 horas cuando acompañado por una imponente banda, aparecía en lo alto del escenario con su traje impoluto, dando comienzo a la noche por todo lo alto con ‘Feeling Good‘ y su ‘Haven’t Met You Yet‘ con la que empezaba a moverse por su extenso escenario, disfrutando.

“Hola a todos soy Michael Bublé y estoy muy feliz de estar aquí contigo esta noche,” decía en español pidiendo perdón por sus fallos pero quería intentarlo por estar en Madrid. El cantante, con esos pequeños gestos, ya tenía al público en el bolsillo y acababa de empezar la velada.

“Es un día muy importante porque ésta noche, hay un partido muy importante.” Y cierto era, el derbi se jugaba en la capital pero miles de personas, habían preferido pasar la noche con él. Aprovechando el momento, bromeaba haciendo creer a los asistentes que había invitado a Pablo Alborán a compartir escenario pero todo quedaba en una graciosa anécdota.

El canadiense, advertía que la noche empezaría despacio, con un toque sexy pero poco a poco, nos adentraríamos en su lado más romántico yendo cada vez a más. Con el pie de micro, interpretaba ‘My Funny Valentine‘ y ‘I Only Have Eyes For You‘ antes de hacer que los asistentes se levantasen de sus asientos para bailar.

Lo hacían al ritmo de ‘Sway‘ de Dean Martin, la cual comenzaba en español antes de hacer que se nos fueran solos los pies con ‘Such a Night‘ con la que llegaba hasta el final de su larga pasarela para mantenerse cerca de quienes habían llenado el WiZink.

Bublé es de esos artistas que llenan el escenario completamente con su carisma, con su cercanía y sobre todo, con su humildad. La noche continuaba con Michael cogiendo el móvil de uno de sus seguidores, que estaba en pleno FaceTime con Diego, el afortunado que esa noche, tenía el privilegio de asistir al concierto gratis y a quien le dedicaba ‘(Up A) Lazy River‘, canción favorita de su abuelo, a la persona al otro lado del teléfono y que era seguida de cerca por ‘When You’re Smiling‘.

“Ha sido mi sueño cantar así para vosotros durante toda mi vida y sé que alguien aquí tiene ese sueño ¿alguien querría cantar una canción?” preguntaba el canadiense, escogiendo al afortunado, coincidencia que fuera Jacobo, hermano de Diego, que tenía su momento de gloria versionando ‘Dream a Little Dream of Me’.

Tras aquello, Bublé necesitaba un pequeño respiro y le cedía protagonismo a su trompetista Jumaane Smith que lo daba todo con ‘You’re Nobody Till Somebody Loves You‘.

Llegado ese momento, el cantante compartía que cuando estaba en sitios así, pensaba en el romance y con ello, su parte favorita del show tomaba protagonismo. “Voy a cantar unas cuantas canciones de amor y es una oportunidad para estar enamorados,” decía, sin importar colores, sexualidad y todo ese tipo de cosas porque al fin y al cabo, el amor es el amor.

Además, no dudaba en bromear “también es una oportunidad para los solteros de juntarse con alguna pareja para hacer un trío, ya sabéis, lo que pasa en Madrid, se queda en Madrid.”

Arrancando las carcajadas del recinto, suavizaba el ambiente con un sublime ‘When I Fall in Love‘ ante un fondo estrellado, presentando en ese mismo tono su canción ‘Love You Anymore‘ tras la que bromeaba acerca del vídeo y de los supuestos “celos” que había suscitado en su mujer y cómo siempre dice que le vigila allá donde va.

“La siguiente, la escribí acerca de ser padre, es para mis hijos y habla del tiempo y lo rápido que va. Creo que es la mejor canción que he compuesto,” decía con la mano en el corazón, emocionando a las miles de personas con un ‘Forever Now‘ de lo más emotivo y especial.

En una noche así, apenas se veían móviles en alto grabando entre los asistentes. El gran objetivo de todos ellos, era disfrutar, con sus propios ojos de cada pequeño movimiento del canadiense y estaban todos ensimismados ante su voz.

“Es toda para vosotros, por todo el cariño que me habéis dado.” Así, llegaba ‘Home‘, canción con la que se sentaba en las escaleras, cerca del público, sintiendo su calor, terminando así, la parte más íntima de la noche.

“Hace 15 años de mi primer concierto y cuando pude tocar en sitios así, siempre pensé en cómo hacerlo todo más íntimo y pensé en cantar canciones que cantaba cuando era joven.” Tras esas palabras, tomaba la parte final de la pasarela junto a parte de su banda, subiendo de nuevo el ritmo con ‘Boune Sera Signorina‘ o el inconfundible ‘Just a Gigolo‘ con el que no paraba quieto ni un segundo.

Era con ‘You Never Can Tell‘ de Chuck Berry con la que hacía que la capital se desmelenase e incluso, aprovechaba el momento para coger el teléfono de algún que otro afortunado haciéndose selfies a sí mismo para dejárselas de recuerdo.

Su canción ‘Nobody But Me‘ tampoco faltaba en el setlist y la siguiente, admitía que era perfecta para sus seguidores porque era grande y bonita como ellos. Era entonces cuando cantaba una apoteósica ‘Cry Me a River‘ con la que en lo alto del escenario, desaparecía.

La ausencia duraba poco pero mientras, aparecían imágenes de la ciudad en la pantalla y también del concierto que estábamos viviendo antes de ver de nuevo a la banda en el escenario y al canadiense.

Al final definitivo nos acercábamos con ‘Where or When‘ y ‘Everything‘ y pronto, ponía el punto y final a la noche. “Hemos sido afortunados de disfrutar de ésta música y de ésta banda,” decía contándonos cómo sus padres estaban allí esa noche y a quienes estaba agradecido ya que sin ellos, no habríamos conocido a “Miguel Burbuja”. Para cerrar una noche de lujo, sonaba ‘You Were Always on My Mind‘ con un público entregado.

Michael Bublé estuvo sublime, es un auténtico showman, atento en todo momento con sus seguidores, provocando sonrisas, emociones y sobre todo, enamorando y seduciendo a quienes no quisieron perderse aquel reencuentro con el talentoso cantante. Madrid cayó rendida ante el carisma y el talento del canadiense.

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