La última aurora de Fuel Fandango ilumina el WiZink Center de Madrid
Llega el final de noviembre y con él, el gran fin de gira de Fuel Fandango en un recinto mítico. El 30 de noviembre tomaron por primera vez el WiZink Center de Madrid y lo hicieron con su Aurora’s Last Sunrise, la despedida por todo lo alto de su álbum más exitoso hasta el momento, ‘Aurora‘.
Con él, llevan girando desde 2016 sin parar y ahora, llega el momento de vivir nuevas cosas y preparar su próximo proyecto pero no sin antes despedirse a lo grande. A las 21:10h, se apagaban las luces con el Ring del antiguo Palacio de los Deportes prácticamente abarrotado. En la parte trasera del escenario, como si en el salón de su casa estuviéramos, veíamos a los protagonistas con un gran telón rojo de fondo.
Con esa estampa, empezaba la noche, con Nita acompañada tan solo por la guitarra de Dani de Morón nos mostraba su vena más andaluza y flamenca, con un público embelesado. No tardaron mucho en empezar los tímidos cánticos con la versión acústica de ‘Not True‘ que fue seguida por ese ‘Medina‘ con el que aparecía un bailaor y mientras Nita derrochaba talento, poco a poco iba acercándose más y más hasta llegar a primera línea del escenario.
Hasta ahí fue todo calma y magia, después llegaría el gran estallido de intensidad y la apoteosis. Tras esa parte tan íntima, llegaba un cambio de puesta en escena y Fuel Fandango y su banda tomaron sus puestos haciendo que el ritmo de la noche subiera con ‘Burning‘, ‘Talking‘ o ‘Mi Secreto‘, canción en la que incluso veíamos un trío de coristas acompañando al dúo.
La noche iba a ser especial y se notaba en que más que nunca habían puesto su cariño en cuidar cada detalle. Sobre el escenario, a las coristas, se unía una sección de viento para dar más fuerza a ‘Today‘ mientras que sus juegos de luces captaban toda nuestra atención.
A lo largo de la noche, vimos a Ale intercambiando su mesa de mezclas por la guitarra mientras que Nita se encargaba de hipnotizar a las miles de personas del WiZink Center con su voz y su forma de comerse el escenario.
En ‘La Primavera‘, la cantante regaló rosas al público y mientras ella se cambiaba de ropa, Ale se encargaba de amenizar la ausencia haciendo que el ritmo no decayera con música electrónica y unas luces láser difíciles de seguir mientras dibujaban en las pareces del recinto.
“Hoy es un día muy especial, hay casi 5.000 motivos aquí,” decía Ale mientras reconocía que ‘Aurora‘ les había regalado grandes momentos y a mucha gente buena por el camino como era El Niño de Elche que en esa noche no faltaba para unirse al dúo en ‘El Todo y la Nada‘ que dejó a más de uno con la boca abierta.
“Estáis con nosotros para celebrar la vida, la música y lo que nos queremos,” decía Nita con mucha ilusión, parándose un segundo a ver la cantidad de gente que habían conseguido reunir en su fin de gira. Es mucho el tiempo que llevan luchando en la música y se encontraban despidiendo ‘Aurora’ de la mejor forma posible, como se merecía y ante eso, no podían estar más agradecidos, “tenemos tantas cosas que agradecer a la vida… No tengo palabras para agradecer todo el cariño que nos dais siempre en Madrid, desde el principio, hace muchos años.”
Tras esas emotivas palabras, Ale aprovechaba para admitir que estaban haciendo un gran esfuerzo para intentar no emocionarse más de la cuenta y llorar y con un “¡esto es un regalo para nosotros!”
en boca de Nita, la fiesta de despedida seguía con ‘I Say No‘ y ‘Trece Lunas‘, donde la cordobesa nos mostraba sus dotes con el taconeo.
‘New Life‘ fue una de las canciones que no faltó y sirvió de preámbulo para ver al público cada vez más entregado, cantando y bailando como nunca con ‘Toda la Vida‘, ‘Shiny Soul‘ o ‘Nature‘ viendo como tras un “¡que viva la música!” desaparecían del escenario.
El público parecía tener cuerda para rato y ante eso, Ale y Nita, a solas en el escenario, se ponían manos a la obra con ‘Fragile‘, regalando un momento muy íntimo y mágico dando paso poco más tarde a la recta final con ‘Always Searching‘ y su inconfundible y potente ‘Salvaje‘ con el que terminaban su multitudinaria fiesta en la que estuvieron rodeados de amigos, reconociendo que sería una noche que guardarían para siempre en sus corazones.
La última aurora de Fuel Fandango fue extraordinaria e iluminó cada rincón de la capital. La del 30 de noviembre fue una noche para recordar, un sueño cumplido y un paso adelante. Fue una de de esas noches imposibles de repetir, por la energía que se creó en Madrid y por lo que el dúo ofreció con un directo de lo más potente e intenso, comiéndose el escenario con cada canción.
Fuel Fandango son una auténtica revolución musical a la que cada vez más público se suma porque lo que hacen, lo hacen de forma única. Son el claro ejemplo de cómo estilos que nunca habrías imaginado juntos, casan a la perfección. Nita y Ale tomaron por primera vez el Ring del WiZink Center y salieron victoriosos en una noche en la que su lado más salvaje salió a relucir más que nunca en una despedida triunfante de ‘Aurora’ ante un público que bailó, cantó y vivió cada canción como si fuera la última.
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