Dani Martin sale a hombros de Las Ventas
26 de Septiembre. La Plaza de Toros de Las Ventas era el punto de encuentro para gente de todas las edades que la abarrotaban con un único propósito, disfrutar de la primera parada de La Cuerda Floja de Dani Martín. La capital esperaba ansiosa un concierto que iba a ser único, especial y mágico y para el que llevaban preparándose meses.
Después contar con Sidecars como teloneros, Las Ventas se convertían en un auténtico circo. Una banda y las majorettes inundaban el escenario para dar paso a malabaristas, zancudos, payasos y forzudos, entre otros personajes. Acto seguido, las luces se apagaban y en las pantallas podíamos leer un mensaje que daba comienzo a la noche, “Intentar cada día dar un paso, o medio, pero darlo, dejándote ayudar, equivocándote, resbalando y volviéndote a equivocar… pero dándolo… Atreverte cada día a vivir, atreverte a caminar sobre tu cable, no digo conseguirlo, sólo digo atreverte… Bienvenidos a La Cuerda Floja.”
Así, sobre la cuerda, en lo alto del escenario, veíamos a un payaso intentando cruzarla fallando en el primer intento. Ése era el punto de partida de la noche, el que daba paso sobre el escenario Dani con su chaqueta de cuero y unas ganas tremendas de comerse la noche dando el pistoletazo de salida con ‘La Suerte de Mi Vida’ donde le escuchábamos cantar “en mi cabeza había un sueño y se ha hecho realidad” y así era, un sueño cumplido y miles de personas abarrotando el recinto para ver algo diferente.
“Buenas noches Madrid, ¿estáis listos? Bienvenidos a La Cuerda Floja,” decía dando paso a canciones como ‘Mi Teatro’, ‘Eres’ o ‘Los Valientes de la Pandilla’ con las que poco a poco fue dando forma al concierto.
“¿Qué pasa? ¿Cómo estáis cabrones? Sois unos hijos de puta por hacer esto. Un aplauso a todos ustedes, espero que disfrutéis de la noche,” decía sincero y natural a un público entregado desde el primer momento en el que pisó en el escenario mientras daba paso a himnos como ‘Mira La Vida’ y ’16 Añitos’.
Era una noche para repasar temas de su etapa actual en solitario de sus ‘Pequeño’ y ‘Dani Martín’, pero también nos hizo recordar muchas de las canciones que le han acompañado en su carrera desde tiempos de El Canto del Loco y que han servido de banda sonora para la gran mayoría de la gente que llenaba Las Ventas.
Durante ‘Caminar’ pudimos ver cómo el madrileño recorría todo el escenario, sin parar, como un auténtico torbellino mientras el público cantaba a capella a una sola vez con el cantante recalcando a través de la canción algo simple, “Que no nos quiten la ilusión jamás“.
‘Caramelos’ y ‘Son Sueños’ fueron otros de los temas que sonaron en la plaza antes de sacar su lado más emotivo en la parte más íntima y acústica del concierto. En la parte delantera de la pasarela, se rodeaba de violines y piano para regalarnos un momento mágico para el recuerdo con el gran homenaje a su hermana en ‘Mi Lamento’ donde se veía cómo el público iluminaba la noche con sus teléfonos dando paso después al mítico ‘Puede Ser’ antes de volver al escenario para seguir con ‘Beatles y Stones’ en una noche en la que los malabares, la magia y los equilibristas no cesaban su actividad durante las canciones.
“Qué bonito es esto. Me gustaría compartir todos estos aplausos y este cariño con muchos seres humanos que han estado trabajando todo un año por querer hacer algo diferente. A los técnicos, a los músicos, a los de vídeo y a todos los que se hayan parado alguna vez a escuchar la historia de este imbécil,” nos decía con esa sencillez y cercanía que le caracterizan antes de reivindicar a esos grandes autores como Quique González mientras versionaba ‘Aunque Tu No Lo Sepas’, tema que canta Enrique Urquijo.
9 años hacía que no tocaba Dani en Las Ventas y la sonrisa de un niño se dibujaba en su cara mientras hacía disfrutar a un público que coreaba su nombre. El cantante reconocía que era el sitio más increíble que hay para tocar y también mostraba su orgullo de ser de la ciudad y de cómo somos los madrileños y además admitía que esa noche, tocando ahí, su sueño era volver a llenarlo en la próxima partida y así, daba paso al Rock & Roll con temas como ‘Estrella del Rock’, su más que mítico ‘Insoportable’ y ‘Volver a Disfrutar’ donde desató la locura de todo el público que se dejó la suela de la zapatilla de tanto vivir las canciones.
“¿Queréis más?” preguntaba a un público que en todo momento contestó en afirmativo. Aprovechaba la ocasión para dedicar el concierto a Carlos Ortiz antes de volver a hacer la gran pregunta, “¿Seguimos? ¿Seguro? ‘Ya Nada Volverá a Ser Como Antes’,” decía presentando otra de las canciones que no pasan de moda que fue además seguida por otro gran éxito como es ‘Volverá’, desapareciendo después del escenario.
Llegaba el turno para lucirse de Cris Méndez, quien tiene a Dani como gran maestro desde hace años y quien versionó de maravilla ‘Contigo’, ante un público que estaba encantado con el rumbo que llevaba el concierto. De repente, el payaso que nos sorprendió al principio volvía a subirse a la cuerda en su segundo intento pero volvía a fallar, se quedaba a medio camino de llegar a su meta ante lo que siguió el concierto.
“Hace 13 años un amigo me invito a cantar una canción y me gustaría invitarle a él a cantar esa misma canción aquí esta noche,” así daba paso a su gran amigo Leiva y a su hermano Juancho, quien había sido telonero esa noche con su grupo Sidecars y junto a los que interpretó ‘Pienso En Aquella Tarde’ contagiándonos después su filosofía de ‘Peter Pan’ con una versión renovada de la canción y haciendo que el ritmo de la noche bajase unos instantes mientras un equilibrista hacía de Peter adquiriendo unas posturas de lo más imposibles. En una noche tan especial no podía faltar un canto a la vida, una de esas canciones que emocionan con cada palabra y así llegábamos a ‘Que Bonita La Vida’.
“Esto se acaba, todo se acaba,” admitía a un público que se negaba a aceptar la realidad, “Muchísimas gracias a los que han estado haciendo cola estos días y a toda la ilusión. No me lo esperaba y eso lo hace aún más bonito,” eran las palabras de un Dani que seguía sin creerse la que se había liado esa noche en Las Ventas. Poco después, el cantante desaparecía del escenario habiendo puesto a todo el público en pie gracias a su gran ‘Una Foto En Blanco y Negro’.
El show no había terminado, pronto volvía muy bien acompañado por Iñaki García, ante quien se sinceraba y admitía que no sabía que haría sin él y juntos, caminaron hasta la pasarela mientras nos contaba el honor que era interpretar ‘El Cielo De Los Perros’ en un recinto tan grande como son Las Ventas cuando la canción había nacido en una habitación pequeña.
De nuevo atrás, respaldado por toda su banda, viajábamos hasta 2003 recordando ‘Ekix’ dejando a la banda a solas en el escenario mientras de nuevo, el payaso intentaba de nuevo recorrer toda la cuerda. Era el tercer intento y como dicen, a la tercera va la vencida y después de tanto persistir conseguía su meta.
Eso nos transmitía que la función iba llegando a su final, que los trajes, el maquillaje y la peluca se quedaban de lado y con ello, Dani regresaba al escenario para dar el aplauso más fuerte de la noche y el reconocimiento más grande a las miles de personas que le habían permitido cumplir un sueño y que le habían acompañado en una noche de lo más especial con La Cuerda Floja.
Emocionado al ver los carteles entre el público en los que se leía ‘Siempre Cerca’, daba paso a ‘Cero’ y después aprovechaba el momento para agradecer el que esa noche se hubiera hecho posible mientras los gritos de la gente en su nombre retumbaban en Las Ventas antes de dar paso al tema final, al tema que cerraba una noche de ensueño y de magia. ‘Emocional’ ponía el punto y final a la noche mientras Dani se despedía con un “Que viva el amor,” presentando después uno a uno a todos los acróbatas y a toda la banda que había formado parte de La Cuerda Floja.
Fue una noche de grandes canciones y de mejores momentos; de recordar viejos tiempos y éxitos que le siguen hasta el día de hoy porque no pasan de moda, pero lo más importante fue la lección de la noche. Hay que vivir el momento e intentar las cosas aunque fallemos. Aunque nos equivoquemos, siempre nos quedará el haberlo intentado y a lo mejor, en uno de esos intentos, en una de esas luchas, conseguimos lo que tanto queremos porque no importa cuántas veces tropieces con la misma piedra, los obstáculos se pueden superar y los sueños se pueden cumplir.
“Seguramente esta noche nos hayamos equivocado mucho. Pero hemos vuelto a querer dar un paso más. Caminen y no dejen de hacerlo hasta el final,” eso era lo que se leía en las pantallas en forma de despedida. Camina, inténtalo y lucha, sigue siempre dando un paso más.
Anoche Dani Martín demostraba que da igual los años que pasen porque después de 15 años en la música, mantiene la ilusión y las ganas del primer día, siempre queriendo superarse haciendo algo diferente a lo que estamos acostumbrados y con La Cuerda Floja lo ha conseguido, ha hecho que todo el público viva el momento olvidándose de todo lo demás.
Si quieres ver todas las fotos en HD, no te olvides de visitar nuestro Flickr.