Melanie Martínez se gradúa con matrícula de honor ante un WiZink Center entregado con su #TheK12Tour

En 2016, Melanie Martínez llegaba por primera vez a nuestro país de la mano de su exitoso álbum debut ‘Cry Baby‘ con el que irrumpía con fuerza.

Igual que en el resto de la gira, en Madrid hubo gran demanda de entradas teniendo incluso que cambiar de recinto hasta la sala del Palacio Vistalegre habiendo hecho sold out previamente.

En esta ocasión daba otro salto y el 22 de enero, volvía a nuestro país en el formato The Box del WiZink Center de Madrid donde nos presentaría su último proyecto hasta el momento, ‘K-12‘ el cual llegó acompañado por su correspondiente película.

Tratándose de Melanie las expectativas estaban en lo más alto porque es de esas artistas que ofrecen un auténtico espectáculo en cada una de las canciones y así fue. A las 21 horas, con una puntualidad de lo más rigurosa, las luces se apagaban y el público gritaba con fuerza el nombre de la protagonista mientras en la pantalla aparecía una profesora que con voz robótica nos daba la bienvenida a su clase.

Ella fue la encargada de introducir cada una de las partes del concierto donde aprenderíamos una lección ofreciendo al público no sólo música, sino un aprendizaje para llevarse a casa.

Iba a ser una noche de lo más teatral, como si estuviéramos en un musical que tenía como banda sonora la música de Melanie y cómo no, mensajes de lo más contundentes que nos transmitiría a través de sus letras.

Igual que su trabajo anterior, ‘K-12‘ gira todo entorno a una temática, en este caso, el instituto y las pesadillas que puede llegar a producir. Por eso, aquella noche, nos adentraríamos en ese universo particular de la cantante donde  de nuevo, los tonos pastel predominarían.

Durante el concierto, se sucedieron las canciones en el mismo orden que en el disco ya que toda la historia está entrelazada de forma linear y la noche, no podía empezar de otra manera que con ‘Wheels On The Bus‘. Entre las lecciones del concierto primaba el amor y el respeto entre unos y otros, algo realmente importante para la artista, mientras se recalcaba la importancia de la comunidad por encima de la competición, entre otras cosas.

Melanie llegaba dispuesta a dar el 100% de sí misma y estuvo acompañada por un ejército de bailarines junto a quienes hizo todo muy visual mientras nos dejaba disfrutar de canciones como ‘Class Fight‘, ‘The Principal‘ o ‘Show & Tell‘. Ni ella ni su cuerpo de baile pararon quietos en toda la noche y en ésta última canción, se nos mostraba a la artista atada en un “escaparate” con forma de corazón.

“Todos tenemos algo que ofrecer al mundo,” nos decían en una de las lecciones antes de ver cómo en una camilla aparecía Melanie interpretando ‘Nurse’s Office‘ que se daba la mano con ‘Drama Club‘, tema que iba de menos a más y que empezaba con ella de rodillas ante su público hasta verla con la plancha en la mano contándonos que la fama no es tan bonita como parece en algunos momentos.

Entre las críticas de sus canciones, no podía faltar el machismo y lo que algunos hombres esperan en una mujer coartando en muchas ocasiones la libertad de las mujeres. Así llegaba ‘Strawberry Shortcake‘ y con ella, Melanie aparecía con un vestido de tarta de grandes dimensiones visible desde cualquier parte de la pista. 

De navegar entre falsas amistades con ‘Lunchbox Friends‘ pasábamos a la denuncia de lo que es la delgada línea que separa la “belleza” de un desorden alimenticio con ‘Orange Juice‘.

Para la recta final, con el público completamente entregado, no faltaban ‘Detention‘ o ‘Teacher’s Pet‘ tras las que se recalcaba que “todo el mundo merece amor y atención”. Melanie no podía irse sin antes cantar ‘High School Sweethearts‘ en la cual la veíamos en una cama primando ante todo su voz y se despedía de la mano de ‘Recess‘ con la que por fin se dirigía a los asistentes pidiendo que encendieran las linternas de sus teléfonos.

Como una auténtica hada se despedía de la capital, agradecida pero el público quería más y se lo hacían saber y por eso, la cantante volvía con sorpresa incluida. Era el momento de abrir un capítulo anterior, volvíamos a ‘Cry Baby‘ desatando una auténtica locura entre los asistentes.

El broche de oro llegaba con éxitos de su debut como ‘Mad Hatter’ y ‘Alphabet Boy‘ con los que los cánticos se elevaban y la cantante se despedía definitivamente con unas últimas palabras. 

“Muchísimas gracias desde lo más profundo de mi corazón,” decía con emoción la cantante. “Gracias por crear un espacio tan especial, lo aprecio mucho y habéis sido muy generosos,” contaba completamente rendida ante la entrega de las miles de personas que no se quisieron perder aquella noche.

El momento de la despedida llegaba con una petición, que los asistentes cantasen tan fuerte como pudieran su última canción, ‘Fire Drill’ en la cual alzaba bien alto la bandera trans. Melanie desaparecía tras presentar a la banda y a esos bailarines que hacen todo aún mucho más visible consiguiendo que el público se fuera a casa con una gran sonrisa después de vivir una noche inigualable.

No hay duda de que Melanie Martínez es una artista diferente, de las que no dejan de sorprender, de las que dejan huella con cada cosa que hace. La cantante nos adentra en su mundo, nos hace vivir algo único y memorable consiguiendo que nos olvidemos del mundo exterior.

Melanie se graduó con matrícula de honor ante un WiZink Center entregado a su The K12 Tour con el que sigue demostrando que la música es la mejor vía de escape para sus pensamientos y sentimientos.  

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