Guitarricadelafuente: folcrore, cuero y sudor en Madrid

Guitarricadelafuente es, sin duda, uno de los talentos más especiales e interesantes de nuestra música y el 17 de octubre, firmaba su reencuentro con Madrid. El artista se subía por primera vez al escenario del emblemático Movistar Arena con entradas agotadas en un abrir y cerrar de ojos. Con casi 20 minutos de retraso sobre la hora prevista, Álvaro Lafuente enfundado en un pantalón y chaqueta de cuero, aparecía junto a su banda.
El escenario estaba cubierto por tierra llevándonos al campo, a su raíz. Madrid viviría un auténtico vaivén de emociones gracias a un artista que convierte hasta el recinto más grande en el lugar más íntimo. Su erótico ‘Full time papi‘ era el encargado de dar el pistoletazo a la noche mientras un trío de bailarines se colgaban de unas anillas suspendidas reflejando su videoclip. Imparable, llegaba un ‘BABIECA!‘ con el que recorría el escenario, sudando lo más grande antes de afrontar ‘Futuros amantes‘.
A lo largo de la noche, siempre fiel a su raíz, pudimos ver cómo hubo varios intercambios de guitarra mientras hacía magia con ellas. “Muchísimas gracias por venir,” decía el de Benicasim lleno de ilusión. “Para mí, hoy es el fin de un viaje de esta gira por España pero es el comienzo de otra cosa. Que estéis todos aquí, me emociona y me va a hacer llorar a lo largo de la noche.” Guitarrica estaba por primera vez en el Movistar Arena y esa noche, no se la habían perdido amigos, familiares y cómo no, gente que había hecho kilómetros para verle en una noche tan especial.

Completamente agradecido, cogía su guitarra para ‘Conticinio‘ antes de desbojarse de su chaqueta y quedarse a pecho descubierto, de rodillas, envuelto en barro con ‘Poses‘. Tras cambiarse de ropa y calzarse unas botas al más estilo cowboy, Guitarricadelafuente seguía convirtiendo el Madrid en su casa. Era imposible quitar los ojos del escenario ni un segundo porque cada canción, traía algo nuevo, magnético y único. Después de ‘Caballito‘, el artista daba vueltas sobre sí mismo con el pie de micro en alto al ritmo de ‘Pipe dream‘ ante un público con miedo de que saliera despedido hacia ellos.
“No sabéis lo fuerte que es veros las caras desde aquí, estoy disociando un poco,” admitía aprovechando el momento para darse un respiro. “Hace dos años empecé a escribir las primera canciones que me llevaron a este disco. Venía de escribir canciones de homenaje a mi pueblo donde había aprendido la música. Sentía la necesidad de contar la historia de un chaval que dejaba su pueblo para adentrarse en nuevos caminos y descubrir quién es él, impregnarse de nuevas sensaciones.”
Con esas palabras, daba paso a ‘Puerta del Sol‘, esa primera canción que escribió retratando el viaje del pueblo a la ciudad hasta llegar al núcleo de todo en el que se encontraba. “Fue la puerta que abrió este nuevo camino y quiero me acompañéis con vuestras botas doradas de spanish leather,” decía Álvaro. Madrid se unía al artista mientras él, mostraba el lado más íntimo de la canción a piano para coger poco después su guitarra. ‘Mataleón‘ y ‘Abc‘ tomaban el relevo antes de un nuevo cambio de vestuario y una llamada de Penélope Cruz en las pantallas del recinto.

La actriz le preguntaba si había visto la cantidad de gente que había metido en el Movistar Arena, “todos presentes, todos deseando vivir, ¡hazles bailar que han venido a vivir eso en sus carnes!” Tras esa sorprendente aparición, sonaba ‘Port Pelegrí‘ con el artista bajando del escenario y sintiendo el calor de las primeras filas en sus carnes. ‘In My Room‘, su colaboración con Troye Sivan no faltaba mientras mostraba su lado más sensual subido a un potro de gimnasia.
Guitarrica estaba consiguiendo el equilibrio perfecto en el setlist en una montaña rusa de energía y calma. Quitándose las botas, regresaba a su lado más acústico con ‘Mil y una noches‘ y un ‘Agua y mezcal‘ que nos llevaba hasta sus inicios. Después de ‘Quien encendió la luz‘, sonaba ‘Quién teme a la máquina?‘ ante un público que estaba viviendo cada canción como si fuera la última. “Muchísimas gracias por esta noche, Madrid. Está llegando a su fin porque tampoco tengo tantas canciones. Siento que sin esta canción probablemente no estaría aquí, es de las primeras que escribí en mi vida.”
Pronto estallaría la locura en la capital con un ‘Guantanamera‘ interpretada a solas con su guitarra, iluminando el recinto con miles de móviles. La canción es ese reflejo de dejar el pueblo para ir a la gran ciudad dándose cuenta de que al final, el pueblo nunca le abandona y sabe dónde puede regresar siempre. Por eso, para quienes fueran de “Las Cuevas de Cañart y para los madrileños de acogida” iba dedicada una de sus canciones más especiales y mágicas. Con chaqueta de traje, pajarita blanca y vaqueros, Guitarricadelafuente se despedía de Madrid. Lo hacía con ‘Tramuntana‘ sirviendo como el broche a una noche inolvidable para los presentes.

Madrid se sometió a la música de Guitarricadelafuente en una noche llena de sensualidad, magia e intimidad. Su fusión del folclore con sonidos modernos, conquistó un recinto lleno hasta la bandera. El escenario del Movistar Arena se convirtió en su casa, ese lugar lleno de libertad donde mostrarse a corazón abierto con sus nuevas canciones y viejas conocidas. Si en sus inicios dejó claro que había nacido para triunfar, ahora le vemos como una de las grandes propuestas de nuestro país a nivel internacional.
Álvaro Lafuente tiene duende, es un artista diferente. Su sencillez es de esas que te arañan el corazón como si te estuviera cantando al oído a pesar de estar ante miles de personas. Guitarricadelafuente deja huella mientras conquista el mundo entero a través de su ‘Spanish Leather‘.