Veintiuno y el arte de no perder tu esencia

Veintiuno ha dado comienzo a su esperado Ya No Nos Hablamos Tour 2024 y su primera parada ha sido La Riviera dentro del marco de Inverfest. Los toledanos, con el cartel de entradas agotadas colgado desde hace tres meses, volvían a la sala madrileña para presentar su nuevo trabajo discográfico, ‘El Arte de Perder‘. El 11 de enero llegaban con nuevas canciones, alguna que otra sorpresa y sobre todo, muchas ganas de poner patas arriba la primera de sus dos citas en Madrid.

Unos minutos pasaban de las 21 horas cuando la banda aparecía con ‘Dominó‘ sonando. Una intro en la que recuerdan cómo empezó todo en el garaje de un pueblo de Toledo. Es mucho más lo que han perdido en el camino que lo que han ganado, vendiendo incluso sus instrumentos para pagar sus grabaciones. Todo tiene sentido y merece la pena porque lo hacen juntos, siempre. Por eso, para quienes han creído y creen en ellos, en la banda que son, sólo tienen palabras de agradecimiento.

‘La Ruina‘ y ‘Escalofríos‘ eran las encargadas de dar la bienvenida al público a su primer concierto de 2024. Con esta gira, no dejan de agotar entradas en sus diferentes paradas por el país demostrando el gran momento que atraviesan. Calentando el ambiente, tocaban ‘Caramelo‘ mientras seguían apareciendo canciones que nunca habían tocado en directo como ‘Mañana lo dejo‘ antes de ver a Diego al piano con ‘Pirotecnia‘.

En una noche así, Chica Sobresalto no faltaba. Junto a Diego, derrochaba complicidad y amistad cantando ‘Nudes‘. Todo, antes de ver cómo hablaba de lo que les ha sucedido en las últimas dos semanas. “Nos ha pasado una cosa pequeña… nos ha pasado OT,” contaba el cantante. Cabe recordar que para la Gala 5 a Paul y Juanjo les tocó ‘La vida moderna’ en el reparto de canciones. En esa misma gala actuaron los toledanos.

¿Qué ocurrió después? Las redes sociales, los comentarios desafortunados, las faltas de respeto y las palabras crueles. Consiguieron despertar aquellas inseguridades o miedos que estaban escondidos. Diego contaba cómo pasó dos horas en la habitación del hotel, llorando, hecho polvo. Por eso, para todas esas personas que usan el odio y sus comentarios de mierda, para todos los indignados y a quienes les han colado canciones desde 2020, llegaba ‘Haters‘. Con ella, pusieron a bailar a La Riviera.

Poco después, en un vaivén de emociones, se sucedían ‘Mi monstruo y yo‘, ‘Salvavidas‘ y ‘Leona‘ ante una capital que coreaba con fuerza cada canción. La sintonía entre la banda y el público estaba siendo inigualable. En el ambiente, se respiraba buen rollo y una conexión especial, algo magnético.

Diego volvía al piano para tocar ‘A la orilla‘ antes de afrontar la parte más íntima del concierto. En formato acústico, juntos en la parte delantera del escenario, el quinteto desnudaba canciones como su mágico ‘Chihiro‘, ‘Parasiempre‘ o ‘Desvelo‘. Veintiuno conseguía crear algo mágico en Madrid arropado por la multitud.

“Hay una verdad universal y es, que lo que más dolor nos hace en la vida es perder,” reconocía Diego. “Perder detalles, perder personas… Hay que vivir aprendiendo a perder.” Por eso, en forma de abrazo, como un grito de “estoy aquí para lo que necesites” después de una pérdida irreparable, cuando todo ha terminado, nos regalaban ‘Fiera‘.

Estaba siendo una noche de muchas emociones, una montaña rusa para dejar los sentimientos volar con Veintiuno como banda sonora. Como ya sabemos, todo lo bueno tiene que terminar. La recta final la afrontábamos con ‘La Toscana‘ y un ‘Ya no nos hablamos‘ para el que aparecía Justo de Silvestre y la Naranja, encargados de abrir el concierto.

Con ‘Dopamina‘ y su inigualable ‘Cabezabajo‘ viajábamos a 2018 dejándonos llevar por la nostalgia mientras Diego bajaba del escenario sintiendo el calor del público en sus carnes. “Veintiuno no somos solo cinco personas, somos todo un equipo,” decía mostrando su agradecimiento a quienes hacen posible cada paso que dan. Para ellos, pedían un fuerte aplauso.

Por todo lo alto, los toledanos decidían despedirse de su primera Riviera con ‘La vida moderna‘, canción que se ha convertido en un himno y que puso patas arriba la sala siendo el mejor broche de oro a una noche única. No hay duda de que Veintiuno se encuentran en su mejor momento y lo demostraron en Madrid.

De aquellos chicos que en 2016 tocaron en El Sótano, quedan muchas cosas. Mantienen la misma energía (e incluso más), la adrenalina que produce su directo y sobre todo, las ganas de comerse el mundo. Con la ilusión del primer día intacta, las ganas de seguir superándose y de mostrar su mejor versión, sus sueños siguen cumpliéndose. Con paso firme, con decisión y con letras y melodías de calidad, la banda cada vez apunta más alto.

Veintiuno demuestra que no tienen techo y que están dispuestos a dejarse el corazón en cada escenario. Puede que hayan perdido mucho en el camino pero siempre han encontrado la belleza en todo ello, sin perder su esencia. A día de hoy, recogen los frutos de tantos años trabajando de forma incansable. El arte de perder les enseñó a aceptar cada derrota de la mejor manera pero les ha hecho disfrutar, aún más, de cada victoria. Juntos, son imparables, una hermandad que puede afrontarlo todo, lo bueno y lo malo. Da igual cuántas veces hayan caído o las zancadillas que se hayan encontrado por el camino, se levantan, aprenden y siguen adelante con más fuerza todavía.

Veintiuno resiste a todo. Para quienes se quedaron con ganas de más o no consiguieron entrada para esta primera fecha, hay solución. El próximo 29 de febrero, Veintiuno volverán a La Riviera de Madrid y puedes hacerte con tu entrada aquí.

Disfruta de la galería de fotos en HD del concierto de Veintiuno en Madrid en nuestro Flickr.