Piano, voz y magnetismo: Tom Odell enamora al Movistar Arena

La de Tom Odell y Madrid es una de esas relaciones que, no importa el tiempo que pase, siempre serán mágicas. El británico, ha vuelto a nuestro país con doblete dentro de su gira más ambiciona hasta el momento. Con su Wonderful Life Tour, Odell aterrizaba el 1 de diciembre en el Movistar Arena de Madrid.

Con la pista plagada de asientos y la grada extensible de Felipe II, el artista daba su gran salto al emblemático recinto. Apenas unos minutos pasaban de las 21 horas cuando, al ritmo de ‘Somewhere Over the Rainbow’, Madrid se quedaba a oscuras. Acto seguido, en su imponente piano, aparecía un Tom Odell que daría comienzo a la noche con ‘Strange House’ y ‘The End of the Summer’.

La capital iba a vivir otra de esas noches para el recuerdo con las canciones del británico como banda sonora. “Es una alegría estar aquí esta noche,” admitía Odell dando la bienvenida a su público. “Madrid es una ciudad preciosa y es una noche muy especial para mí.” No cabía duda de que será una noche de ensueño y de una entrega absoluta después de ver cómo en su visita anterior a La Riviera, se vio obligado a parar el show antes de tiempo por quedarse sin voz.

En esta ocasión, Tom iba con todo. A corazón abierto y con un puñado de grandes canciones junto a su inseparable piano, daría lo mejor de sí mismo. En varios puntos de la noche, el cantante habló sobre las cartas que había recibido ese día y donde le hacían peticiones. Entre ellas, estaba ‘Flying :))’, a la cual accedía encantado antes de ver cómo con ‘Best Day Of My Life’ elevaría después los cánticos mientras en el gran telón que cubría casi el escenario al completo, se plasmaban imágenes de Madrid.

Con ‘Grow Old With Me’, el resto del escenario quedaría descubierto y sobre él, aparecerían hasta seis músicos formando la banda de Tom Odell. Juntos, podrían música al resto de noche a un ritmo vertiginoso en un vaivén de emociones. ‘Can’t Pretend’ se daba la mano con ‘Spinning’ antes de un ‘Somebody Else’ con el que dejaba su piano de lado para recorrer el escenario sintiendo el calor del público.

La capital se ponía en pie para bailar junto al británico mientras la velada seguía con ‘I Know’ o ‘Don’t Let Me Go’. Entre otras de las peticiones de sus seguidores, estaba ‘Don’t Cry, Put Your Head on My Shoulder’ con la que animaba al público a poner su brazo alrededor de sus amigos o su familia, si estaban allí con ellos, recordándoles que siempre, van a estar ahí.

En una noche así, el británico no dejaba pasar la oportunidad de compartir palabras bonitas hacia sus teloneros, David Kushner y Delilah Montagu. Con ella, no dudaba en compartir un momento de lo más mágico cantando a dúo ‘Butterflies‘. Tom Odell es de esos artistas magnéticos por su presencia en el escenario y por su forma de cantar sus historias. A veces, olvidamos la belleza y la grandeza de lo sencillo y cómo un piano y una voz, son capaces de llenar hasta el recinto más grande desbordando sentimientos.

Aquella noche, Madrid vivió una de esas veladas inolvidables y en ningún momento, decaería el ambiente tan especial creado en el Movistar Arena. El potente ‘Black Friday‘ abría paso a ‘Parties‘ y ‘Can We Just Go Home Now‘ con un Odell que recorría el escenario, imparable. Como todo lo bueno tiene que llegar a su final, el artista abordaba los últimos compases de la noche con ‘Answer Phone‘ con la que presentaba a la banda antes de compartir unas últimas palabras con sus seguidores.

“Amamos tocar en Madrid y siempre que queráis que volvamos, lo haremos,” reconocía lleno de ilusión. “Sé que muchas canciones que he tocado, son banda sonora de momentos frágiles de vuestras vidas. Espero que sigan siendo vuestra compañía para lo que os depare el futuro y espero que la música os recuerde que no hay experiencia que tengáis que afrontar solos.” Después de ese momento de hablar con la mano en el corazón, Tom compartía una de esas canciones que, a pesar de haberla compuesto con 19, no ha sido hasta hace unos años cuando realmente resonó en él.

“Si estáis atravesando momentos complicados y difíciles, os la dedico. No subestiméis vuestra gran fuerza y vuestra capacidad de amar y de ser libres.” Con esas palabras, presentaba su especial ‘Heal‘ hasta despedirse por todo lo alto con ‘Somehow‘ y su imparable ‘Another Love‘. Así, el británico cerraba otra de esas noches sobresalientes, de las que avivan todos los sentimientos que recorren tu cuerpo en un abrir y cerrar de ojos.