Madngerz Tour: el show de locura de Miley Cyrus en Madrid
Después de su exitosa parada en Barcelona y tras pasar por Lisboa, el 17 de Junio era el turno de la capital donde Miley Cyrus recalaba ante un Palacio de los Deportes que no se llenó pero que no evitó que la cantante y sus seguidores vivieran una noche de espectáculo.
No negaremos que todos los que estuvimos allí llevábamos tiempo esperando a que Miley hiciera una parada en nuestro país para poder disfrutar de ese show inigualable en el que combinaba su voz con unos bailes y momentos de lo más provocativos donde nadie se queda indiferente dejando atrás más que definitivamente la etapa de Hannah Montana con la que se dio a conocer hace unos años.
De esa imagen ya no queda apenas nada sobre el escenario y lo demostró. La cantante salió con unos 20 minutos de retraso desde una pantalla de unos 10 metros en la que apareció su cara y una lengua gigante en forma de tobogán, el sello particular de la cantante por donde se deslizó para dar comienzo al concierto con un “Madrid os quiero oír haciendo ruido” al ritmo de los temas de su último trabajo discográfico “Bangerz”. No importó que el recinto no estuviera lleno ya que el público estuvo de lo más entregado durante cada canción sin quitar ojo del escenario ya que no podíamos ni parpadear de la multitud de bailes y cosas que ofrecía la joven cantante.
Acompañada de sus bailarines vestidos de peluches, el concierto empezó con “SMS” y “4X4” antes de cambiarse de ropa por primera vez saliendo de nuevo, esta vez sobre un coche para cantar “Love Money Party” junto a un muñeco gigante de Big Sean quien sustituyó al rapero durante la canción.
“Muchísimas gracias por estar aquí. Madrid es uno de mis sitios favoritos en todo el mundo, es mi sitio favorito para salir de fiesta. Por eso, no quiero veros sentados a los que estáis allí arriba, los que estáis aquí abajo tenéis que enseñarles lo que es estar de fiesta conmigo.” decía la cantante antes de seguir con temas como “My Darlin'” o “Maybe You’re Right”.
Miley se encargó de que fuera una noche entretenida para todos, no sólo con su presencia sino con la de su docena de bailarines y además con todos los vídeos que se sucedían uno tras otro durante las canciones mostrando la multitud de facetas de la cantante mientras nos sorprendía con escenografías de esas que quitan la respiración.
Lo que no faltaron durante el concierto fueron cambios de vestuario ya que la artista nos sorprendió con hasta diez cambios de look a lo largo de todo el concierto. Canciones como “FU” o “Do My Thang” no faltaron en su repertorio ya que la mayoría de las canciones con las que nos deleitó estaban dentro de su último disco y poco espacio dejó para versiones o temas de otros discos.
La artista en todo momento se mostró de lo más cercana con sus seguidores, recogiendo y poniéndose lo que le iban tirando al escenario e incluso se encargó de refrescar un poco el ambiente cuando preguntó que quién tenía calor pidiendo acto seguido al público que abriera la boca mientras ella se hacía con una botella de agua con la que se llenó la boca en repetidas ocasiones lanzando agua a todos los que estaban por las primeras filas causando la locura.
“Quiero pasar más tiempo aquí y hacer más amigos aquí,” reconocía la joven de Nashville antes de subirse a una cama gigante para cantar #GETITRIGHT donde fueron apareciendo sus bailarines mientras seguían con sus tocamientos y bailes sugerentes en todo momento haciendo que la temperatura del Palacio de los Deportes fuera subiendo cada vez más.
Un perro gigante hinchable en honor a su perro Floyd surgió de detrás de la pantalla cuando la cantante volvió al escenario con otra ropa para hacer un remember de su “Can’t Be Tamed” recordando viejos tiempos antes de volver a desaparecer esta vez para vestirse de manera más recatada pidiendo al público que se besara a la vez que en la pantalla gigante iban apareciendo sus caras dentro de un anillo mientras Miley nos deleitaba con “Adore You”, podemos asegurar que en este tema el público se entregó bastante y daba igual si se conocían o no y por eso la cantante reconoció que eran de los que mejor lo habían hecho.
La artista no dejó de acordarse de Floyd cuando interpretó, junto a su hermano a la guitarra, “Lucy In The Sky With Diamonds” una versión del tema de los Beatles que ha grabado junto a The Flaming Lips y que le recuerda a su husky fallecido.
En el ecuador del concierto y después de no haber parado quieta en el escenario ni un segundo, era la hora de bajar un poco el ritmo del concierto con temas como “Drive” donde pudimos disfrutar de la voz de Miley a solas en el escenario, seguido de “Rooting For My Baby” antes de versionar el conocidísimo “Summertime Sadness” de Lana del Rey y “Jolene” de Dolly Parton donde pudimos ver la vena más country de la artista.
Miley hizo disfrutar de multitud de estilos musicales en una noche en la que todos sus seguidores se entregaron, saltaron y cantaron como nunca al ritmo de “23”, “On My Own” o “Someone Else” tema en el que termina subida aun perrito caliente gigante volador sobre el que se despidió del público.
Era evidente que el concierto aún no había terminado ya que la cantante se había guardado en la manga para el final los temas más exitosos de “Bangerz” así que el público no hizo otra cosa más que gritar su nombre pidiendo que volviera al escenario.
Con otro look diferente, Miley reapareció mientras sonaba “We Can’t Stop” y nada más ver una bandera del orgullo, la empezó a ondear en el aire antes de hacer que el recinto estallara y se dejara la garganta cantando “Wrecking Ball”, tema durante el que la cantante estuvo completamente sola en el escenario derrochando voz.
Como colofón final la estrella de la provocación se despidió por todo lo alto con “Party In The USA”, subida a una plataforma y haciendo gala de los colores de su país, terminó el concierto entre confeti de colores y fuegos artificiales.
Concierto en el que Miley Cyrus demostró que no sólo puede ser la reina de la provocación en estos momentos, sino que además dejó claro que tiene un espectáculo envidiable con el que se encargó de prender fuego a Madrid como ya lo ha ido haciendo en cada país en el que se ha presentado. La cantante no paró en ningún momento, derrochando energía y potencia, con bailes incesantes mientras hacía lo que quería ofreciendo un espectáculo para el recuerdo y además prometió volver pronto.