Bon Iver enmudece Madrid con un directo hipnótico
Parecía que la cuenta atrás nunca iba a terminar para los seguidores de Bon Iver pero por fin, el 9 de noviembre aterrizaban en Madrid. Lo hacían en el WiZink Center ante unas 10.000 personas. A las 21:15 horas, la formación tomaba posiciones en el escenario y se preparaban para ofrecer una noche de ensueño.
Su visita a España estaba planeada para abril de 2020 pero debido a la pandemia, las fechas cambiaron en más de una ocasión hasta llegar a la actual. Todo llega en su momento y su gran cita con la capital sería memorable. Canciones como ‘Yi‘, ‘iMi‘ y las potentes ‘Towers‘ y ‘666 ʇ‘ daban el pistoletazo a la noche.
El minimalismo reinaba en cuanto a puesta escénica y sobre el sexteto, pequeños cuadrados irían cambiando de color y moviéndose dependiendo de la canción. Todo, acompañando a la inconfundible voz de Justin que llenaba el WiZink ante un silencio sepulcral en el que el público quedaba inmerso durante su hipnótico directo.
‘U (Man Like)‘, ‘Heavenly Father‘ y ‘Flume‘ seguían poniendo banda sonora a la noche mientras viajábamos entre sus diferentes trabajos.
Las palabras sobraban mientras la música sonaba y los juegos con los instrumentos y diferentes sonidos conquistaban al público. Más tarde, ‘Hey, Ma‘ era seguida de cerca por ‘10 d E A T h b R E a s T‘ y ‘Jelmore‘ antes de ver cómo el líder de Bon Iver se dirigía a las miles de personas que se daban cita.
El cantante mostraba su agradecimiento a todos ellos, sobre todo por la larga espera. Tras eso, la música se reanudaba con ‘Faith‘ y la demoledora ‘Blindsided‘. Cuando parecía que el ritmo no podía subir más, el sexteto se seguía superando demostrando que son únicos en lo que hacen.
Con ‘Woods‘ disfrutábamos de la locura de construir una canción simplemente con las voces de Vernon, de forma muy íntima, poniendo los pelos de punta. La emoción continuaba con ‘Blood Bank‘ y un ‘____45_____‘ en el que el saxofón de Mike brillaba.
Uno de los puntos álgidos llegaba con la más que conocida y especial ‘Skinny Love‘ con la que eran respaldados por los cánticos de la capital. Con ‘Perth‘ vivíamos un momento apoteósico mientras seguíamos en nuestro camino al cielo con ‘33 “GOD”‘ o ‘Holocene‘, imparables.
Ahí no quedaba la cosa porque ‘The Wolves (Act I and II)‘ se convertía en una falsa despedida para la formación dejando con ganas de más. Adictivos hasta decir basta, el público se negaba a abandonar el recinto y poco tardaba Justin en regresar.
A solas, con su guitarra y un foco sobre él, nos hacía vivir un momento difícil de olvidar. Con ‘re: Staks‘ conseguía que no se escuchase ni la más mínima palabra en un WiZink que no podía quitar los ojos al cantante.
Para terminar por todo lo alto, Jenn, Sean, Matt, Andy y Mike se unían a Justin para poner el broche de oro a la noche. Lo hacían con ‘RABi‘ tras el que dedicaban unas últimas palabras a la capital.
“Espero que vinierais con amor y os vayáis con más amor para repartir,” decía el vocalista. “Intentad no tener miedo. Esperamos que os hayamos cambiado un poco.” Despedida inmejorable para un concierto sublime. Bon Iver hizo vivir a Madrid una noche llena de paz, hipnótica y difícil de olvidar. Con un directo demoledor, te aplastan el corazón con cada canción en una noche memorable.