Arctic Monkeys hechizan Madrid con su arrollador directo

En plena ola de calor, Arctic Monkeys firmaban su regreso a Madrid. Tras pasar por el BBK Live Festival, los británicos volvían a la capital cinco años después de su actuación en Mad Cool allá por 2018.

En el WiZink Center se daban cita dos noches consecutivas con entradas agotadas. El 11 de julio era la segunda noche de su asalto a la capital donde no cabía ni un alfiler. Apenas unos minutos pasaban de las 21 horas cuando desde lo más íntimo, pasábamos a la locura absoluta en un abrir y cerrar de ojos.

‘Brianstorm‘, ‘Snap Out Of It‘ y ‘Don’t Sit Down ‘Cause I’ve Moved Your Chair‘ abrían la noche. Una de esas que prometían un ritmo frenético de principio a fin mientras navegaban por sus diferentes trabajos. Turner, hombre de pocas palabras, llegaba dispuesto a demostrar que siguen tan en forma como el primer día.

La batería y los riffs de guitarra de la banda consiguieron que el WiZink temblase en varias ocasiones. Claro ejemplo de evolución y de no cerrarse nunca a experimentar, había música para todos los gustos en su setlist. ‘Crying Lightning‘, ‘The View From the Afternoon‘ y ‘Four Out of Five‘ se daban la mano mientras sus guitarras afiladas se metían en la cabeza de los asistentes.

Los de Sheffield tenían al público completamente entregado ante su ritmo incesante. Las miles de personas que allí se encontraban quedaron hipnotizadas ante el hechizo que provoca la voz de Alex Turner. Mostrando su agradecimiento, dejaba la guitarra y el recital seguía con ‘Big Ideas‘ o ‘Why’d You Only Call Me When You’re High?‘. Cabe destacar que cada vez que la banda bajaba el ritmo, el WiZink se iluminaba con los móviles de los asistentes creando una estampa única.

El griterío entre canciones continuaba y a la fiesta se unían ‘Arabella‘, ‘My Propeller‘ o la inconfundible ‘Fluorescent Adolescent‘ causando sensación entre los presentes. El público, incansable, se dejó la garganta en cada canción mostrando las ganas que tenían de disfrutar de Arctic Monkeys en directo.

Durante esa noche hubo tiempo de escuchar ‘Knee Socks‘ o ‘Do Me A Favour‘ mientras iluminaban el recinto con su bola de discoteca con ‘There’d Better Be a Mirrorball‘ como banda sonora. Ahí no quedaba la cosa porque la sintonía entre público y banda seguía siendo arrolladora con ‘505‘ o un ‘Do I Wanna Know?‘ con el que se destaba el éxtasis.

Con un final instrumental de vértigo en ‘Body Paint‘, nos preparábamos para la recta final. Arctic Monkeys se iban a dejar el resto en su reencuentro con Madrid. ‘Sculptures Of Anything Goes‘, la frenética ‘I Bet You Look Good on the Dancefloor‘ y la mítica ‘R U Mine?‘ servían de colofón final a una noche inolvidable.

Una noche donde la chulería de Turner, el magnético directo de Arctic Monkeys y un setlist de lo más equilibrado pusieron patas arriba la capital haciendo las delicias del público.